miércoles, 3 de agosto de 2016

Rozando el cielo

CAPÍTULO 13: PÉTALOS.

Lee KiBum estaba terminando de colocarme las vendas en su sitio para dejar a punto mi disfraz, la verdad es que no tenía muchas ganas de ir, pero era lo que tocaba. Guem JongDong iba de príncipe en contra de su voluntad y obligado por KiBum. Jang SeaByeong llevaba un disfraz de gamster, la  verdad es que le iba como anillo al dedo y llevaba bastantes. Choi JoonChae, para variar, llevaba sus abdominales al aire, ya que la compañía se lo había propuesto, iba de gladiador romano, en fin, esa noche ya sabíamos a quién mirarían las noonas. Por último KiBum llevaba un traje de mosquetero que le favorecía mucho, la verdad es que todos estaban muy apuestos.  En realidad, tenía bastante curiosidad por conocer al nuevo grupo femenino de la MS, al nuevo masculino ya lo conocí hacía unas semanas. Además iba a ser occidental, seguro que eran preciosas y con unas voces magnificas. Les dije a todos que se adelantaran que tenía unas cosas que hacer primero.
Por fin mi cabeza se había asentado, ya no pensaba más en aquella joven. Guardé su imagen en el fondo de mi mente y en lo más profundo de mi corazón; sin embargo, me guardé su pañuelo como amuleto de la suerte. Siempre lo llevaba conmigo atado como podía en la muñeca derecha, me había acostumbrado mucho a él, aunque seguía sin saber que significaban las iniciales A.R.G. Cuando no lo llevaba conmigo me sentía inseguro y desprotegido. Después de la charla que tuvimos ya no volví a comentarles el tema, aunque más tarde volvería a suceder. Me di un último vistazo en el espejo antes de ir a la fiesta que esta ya debía de haber comenzado. 
Salí de la sala y ya se oía música, ¿me había perdido la presentación? Maldición. Aceleré el paso. Cuando llegué un grupo femenino ya estaba actuando, supuse que sería el tan nombrado SSG, por suerte pude conocer hace unas semanas a Star Shooter. Todos eran personas maravillosas y muy amigables, sobre todo KiMin o como lo llamaban K-Kai. En muy poco nos habíamos hecho muy amigos. Como hyun intentaba ayudarlo en todo lo que necesitase. Intenté visualizar a mis compañeros, encontré a JongDong y a SeaByeong hablando con algunos de nuestros compañeros de la MS, parecían divertirse. Me quedaba encontrar a los demás, los visualicé a lo lejos. Ambos estaban muy serios mirando el escenario. Me acerqué. Comencé a hablarles:
       Chicos ya estoy, ¿qué me he perdido?
       Deee.- dijo casi ignorándome JoonChae.
       En fin, ¿qué hacéis?
       …..
¿Estaba siendo ignorado? Me parece a mí que sí. Los miré tenían la mirada fija y perdida en el escenario. Lo miré y comprendí el porqué de su embobamiento. La verdad es que el nuevo grupo era muy hermoso y tenían muy buenas voces. Las miré mejor. Empecé a respirar muy agitadamente, ¿por qué, por qué una de ellas se parecía tanto a aquella mujer? ¿Estaría viendo alucinaciones?
       KiBum, ¿qui-i-i-ién es la mujer que lleva el atuendo de color negro y rojo?
       ..¿Eh? Dee, hyun.- me puse delante de ellos.
       ¡Hyun! ¡Apartate! No nos dejas ver.- dijo JoonChae.
       Es que… e-e-es ella.Oh Dios mío, creo que la música me ha afectado.
       ¿Qué? ¿Hyun has vuelto a beber solo? Deberías salir a despejarte, te veo algo nervioso.- dijo sin apartar la vista del escenario KiBum.
       Dee será lo mejor.

Tenía que ser el calor. La joven con la que me choqué llevaba aquí más tiempo, ellas habían llegado hace poco. Me faltaba el aire. Decidí salir fuera, seguro que así me despejaría. Abrí el portón y salí a la terraza, apoyé mi cabeza en una de sus paredes. Me apreté mi mano derecha fuertemente contra el pecho, tenía que tranquilizarme. No podía ser la misma persona, la habría confundido con otra. ¿Por qué? ¿Por qué ahora que todo volvía a estar tranquilo? ¿Por qué ahora aparecía una mujer tan parecida? ¿Cómo la miraría si me recordaba a ella? Y luego está KiBum, ¿por qué la miraba tan detenidamente? Basta ya. Eso ya había pasado a la historia, seguro que fue a causa de la luz. Conseguí tranquilizarme. De repente se movió una gran ráfaga de aire que trajo consigo un ligero ahoma a rosas además de algunos pétalos. Me giré, vi a una mujer con intención de recoger la rosa que había caído a pocos centímetros de mí. Me agaché a recogérsela, la miré, me miró, era ella.

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