domingo, 2 de julio de 2017

Rozando el cielo

CAPÍTULO 39: DESEOS OCULTOS

Me levanté sobre las 8:00 si es que había dormido algo la noche anterior. Sabía que íbamos a estar todos, pero la idea de volver a ver a Alex me ponía nervioso. La estación estaba a una media hora. Daba vueltas en la cama, no sabía que hacer. A las 8:30 ya no pude más y me levanté. Me puse unos pantalones negros. En la parte de arriba opté por ponerme un jersey de lana rojo que acompañé con una enorme bufanda negra que cubría todo mi cuello, a juego con las converse que me puse. Esta vez me puse mi abrigo de lana negro. Me puse mis lentillas, y las gafas de sol encima. Cepillé mi recien teñido pelo de pelirrojo,  y salí corriendo de casa. Supuse que el resto iría después aunque no me viesen. ¿Qué podía hacer tan trempano? Por lo pronto me fui hacia la estación, a la que llegué a las 9 en punto. La espera se me estaba haciendo enterna. Se aproximaba la hora y alli no iba nadie. A las 10:10 me pareció verla y la saludé a lo lejos con una mano. Se acercó un poco más, y creo que pudo verme. Me alegré de no estar solo. Corrió hacia mí. Llegó y se puso enfrente de mí. Estaba algo despeinada, pero el pelo alborotado le sentaba muy bien, parecía más mayor. Me puse nervioso, pensé que parecía la típica escena de una cita de dorama. Pero, ¿por qué sudaba tanto? Tampoco había corrido tanto.
       Annyeong.- dijo.
       Annyeong Alex.- me miró
       ¿A-a-ú-n no han llegado los demás? -le costaba respirar.
       Anny, fui el primero. Mis compañeros estarán a punto de venir, yo salí antes porque- ¿y ahora que le decía?- mmm tenía que hacer unas cosas. ¿Por qué estás tan fatigada? Estás toda sudada.- ¿Había sido muy brusco?
       Arasseo, deee, es porque vine corriendo pensando que llegaría tarde.- Metí mi mamo en el bolsillo y saqué el pañuelo que me regaló.
       No te muevas.- comencé a limpiarle el sudor de la frente, agachó un poco la cabeza.- Te dije que no te movieras no me dejas limpiarte. - continué.
       Go-o-omawo. Omo, es el pañuelo que te regalé.- me sonrió, ¿ottokhae? Yeppone.
       D-e-e, siempre lo llevo conmigo, aunque ahora creo que tendré que lavarlo.- le sonreí.-  ¿Y SSG? ¿No han venido contigo?
       Anny, ¿waeo?- sonó su teléfono.- Chakanman. Es un mensaje de SooRi, dice: "Dongsaen, mian, no nos espereis, anoche se nos complicaron las cosas y no pudimos ir a tu casa, y hoy, al final, no vamos a poder ir, nos han adelantado los ensayos y no podemos faltar, por tanto el resto de BMS tampoco, jinjja jinjja mianhae, no nos espereis".
       Vaya, pues quedamos dos.- ¿Jongmal? No, jebal, comencé a jugar con mis dedos.
Estupendísimo, si ya me costaba de normal hablar con ella sin sentirme incómodo, ahora que solo estábamos los dos solos iba a ser una tortura. Encima, tenía entendido que era una persona muy tímida, ¿y si había silencios incómodos? Eso es, seguiría el consejo de JoonChae de mostrar mi KiJin condition. Si había conseguido sacarle tema de conversación a su hermana, a Alex debía seria más fácil. Fighting KiJin.
       Bueno, no importa, la podemos ver nosotros, ¿ungetji?
       Dee.-dijo.- ¿Y adónde vamos? No conozco mucho Seúl.
       Mmm, había pensado en ir a "Insa-dong", que está muy cerquita de aquí.
       ¿Insa-dong? ¿Qué es eso?
       Está en el centro de la ciudad y se trata de un conjunto de tiendas y restaurantes donde solo se venden artículos típicos coreanos y prodecentes de Seúl.
       ¿Jinjja? Me encantaría ir, aprendería muchísima cultura. Go, go, go.- me cogió por el brazo, no me lo esperaba, los miré, en un principio me sentí incómodo, pero me gustó.- Oh mian, me emocioné.
       Tranquila, no me ha molestado, es solo que no me lo esperaba. Puedes dejar si quieres tu brazo.- ¿enserio había dicho yo eso? KiJin relájate que supuestamente tenía novio. Seguro que lo hizo por costumbre.
       ¿Y no te prejudicaré? Me refiero a la prensa y todo eso. No me gustaría meterte en un compromiso.- el corazón me iba muy deprisa.
       No creo que nadie me reconozca sin maquillaje. Además llevo un gorro y gafas de sol, apenas se me ve la cara.
       La verdad es que cuando te conocí por primera vez ibas más o menos igual y no te reconocí, pero la cuestión es que luego no hice más que darle vueltas, incluso te dibujé y no sabía quién era, pero tenía la impresión de que te conocía.- comenzamos a caminar, me olvidé por completo de lo del brazo.
       ¿Jinjja? No tenía ni idea, ¿y cómo supiste que era yo?
       Fue un día que tuviste una entrevista por la tele y mi hermana vino a casa y cogió el dibujo y me dijo:"Omo, que bien te quedó el dibujo de KiJin" y partir de ahi empecé a pensar y momentos después salías tú por la tele sujetando mi pañuelo, así lo descubrí.
       Yo quiero ver ese dibujo.-la miré.- Ya veo. Yo recuerdo que cuándo vi a tu hermana pensé que era una persona muy parecida- demasido, hasta el punto de confusión.- pero a la vez muy distinta, a aquella con la que me choqué. Mian por quedarme con tu pañuelo.
       Anny, me gustó saber que al menos la persona a la que tanto admiraba era quien lo estaba utilizando.
       Go-o-omawo.- me sonrojé.
Llegamos a Insa-dong. Todo era muy hermoso. Numerosos puestecitos llenaban las calles. Miré a Alex, parecía una niña pequeña muy emocionado por unos pocos caramelos. Me pareció muy tierna su mirada.
       ¿Johahae?
       Deee, jinjja jinjja joha.
       ¿Por dónde quieres comenzar?
       Mmm, podríamos ir primero a ver los puestecitos de arte y antigüedades y luego hacer una ronda por los de comida.
       Arasseo, hoy mandas tú.
Comenzamos por el principio, vimos uno a uno todos los puestos, mientras le explicaba el significado de cada figurita que le gustaba. También vimos numerosos amuletos. Mientras los miraba con mucho detenimiento hubo uno que me llamó la atención, llevaba escrita una frase que me gustaba mucho y que tenía un gran significado para mí. Era como todos los demás, como una especie de bolsita hecha con tela, pero esta en especial era muy hermosa resaltaba su color perla. El color de nuestro grupo. Ambos fuimos a coger la misma, nuestras manos se rozaron, nos miramos.
       Mianhae, ¿querías cogerlo?- le dije.
       Anny, si te gusta a ti también cógelo tú.
       ¿Joha?- ¿a ella también?
       Dee, me gustó mucho el color y lo que llevaba escrito, aunque no sepa lo que significa, pero era cómo si me llamase.
       Dee, el color perla es muy hermoso, ¿molla?- afirmó- ¿Jinjja? Si lleva una frase que tú misma me dijiste hace algún tiempo.
       ¿Jongmal? Imposible.
       Dee, dice: "Solo la verdadera música...", está inacabado.
       No puede ser que diga eso. Yo sé escribirlo y así no se escribe.
       ¿Cómo que no? Lee.- Se lo mostré.
       Ah, pues sí, lo había leído al revés, merong.
       Babooo.- le pellizqué la mejilla suavemente mientras sonreía.
       Es una pena que no esté la otra mitad, me gustaría saber cómo acaba.- a mí también.
       Dee, es una lástima. Entonces, ¿vas a comprarlo?
       Kurse, sí me gusta mucho, y siento que debo tenerlo, pero si tú también lo quieres....- yo también lo siento, hajiman...
       Por mí no te preocupes.
       Pero tú también fuiste a cogerlo.
       No se preocupen si buscan la otra mitad yo la tengo.- dijo de repente el dependiente.
       Oh, Ajusshi, lamento que estemos molestando al resto de clientes.- me disculpé.
       Anny, no molestan. ¿Quieren que les enseñe la otra mitad?
       Dee, jebal.- dijo. Nos miramos ilusionados.
       Aqui lo tiene.- me lo dio.
       ¿Qué dice? ¿Qué dice? ¿Qué?- preguntó ansiosa.
       Te lo leo entero: "Solo la verdadera música..., es la que llega a los corazones".
       ¡Lo quiero!- dijimos a la vez. Nos miramos.
       Esto..., iko quédatelos tú.- le dije. Era lo mejor, quería verla feliz.
       Anny, si para ti son importantes, a mi no me importa, quédatelos tú.- que buena es.- Sé que esa oración es muy significativa para ti.-puso ambos amuletos en mis manos.
       Hajiman...- para ti también lo es.
       Gwenchanha, por lo menos sé que tú los utilizarás bien.- me sonrió con una triste sonrisa. No me gustaba verla así.
       ¿Se decidieron? ¿Le va a comprar el amuleto a su novia?
       ¿Eh?-dije, se puso roja y yo me quedé inmóvil,  dejé de sacar las momedas de la cartera. ¿Shinbu? ¿Por qué me sonaba tan lejana?
       Dee, claro, para quedarse cada uno con una mitad.
       ¿Eh?-me puse nervioso. Gracias ajusshi.- Dee, deee.- El ajusshi recogió el dinero y nos los dio.
       Gomsamida, espero que les traiga mucha fortuna y prosperisad y sigan siendo muy felices. Son una hermosa y curiosa pareja.- ¿Jinjja? Sonreí al escuchar esas palabras.
       De-e-e, gomawo.-dijimos. Nos despedimos y nos fuimos.
Caminamos hasta un banco donde nos sentamos.
       Iko, ¿cuál quieres?- le dije
       Annyo, elige tú.
       Arasseo. Mmm- silencio.- El primero.- Me gustaba la idea de pensar que para que su parte tuviese sentido necesitase la mía, como si yo fuera alguien indispensable.
       Araji, pues entonces yo el segundo. No había pensado qué cada uno se quedase con una parte.
       Dee, yo tampoco.- se lo di.- Ajusshi tuvo una gran idea.
       Dee, así cada uno llevará una parte del otro.- la miré.- Quiero decir que así cada uno tendrá una parte del amuleto y una parte de su significado
       Aaah, deee.- dije apresurado.
Después continuamos viendo los distintos puestos, había de todo tipo, de bisutería, de figuritas, de máscaras con las que jugamos y nos hicimos varias fotos. A veces podía a llegar a ser muy infantil. Bueno, bien mirado era una niña, quien no estaba acorde entre sus actos y su edad era yo. Me gustaba verla reir tanto, a pesar del tiempo, aun me sentía nervioso cuando la tenía cerca, esperaba que a lo largo del díafuese cambiando. Se estaba aproximando la hora de comer, así que decidimos comenzar a mirar los puestos de comida. Fuimos picoteando, y pagando, en los distintos puestos. Llegamos a uno de nubes de colores caseras.
       Wow, nunca vi cómo se hacían.- dijo muy ilusionada. Le brillaban sus hermosos ojos.
       ¿Jinjja?- asintió- Gidaryeo.- cogí una nube blanca.- Di "aaah".
       "Aaah".- la alimenté. Me dio un poco de vergüenza, pero en e fondo me encantó.
       ¿Joha?
       Mashita. Se deshace en la boca como si fuera algodón, es muy suave. Gomawo.- le acaricié la cabeza.
       Dee, ¿continuamos?
       Dee, ¿pero en qué puesto comemos? Es que tanto picotear me ha abierto el apetito.- dijo tocándose la barriguita.
       ¿Ramen johaheyo?
       Dee.- dijo con mucho énfasis.
       Decidido entonces.
Fuimos hasta el puesto de ramen, lo pedimos y nos sentamos en una de las mesitas. Genial, podía comer algo delicioso, aunque fuese por un solo día me saltaría la dieta. Comencé a comer y vi cómo Alex intentaba separar los palillos sin éxito.
       Omo, eso da mala suerte. Hoy no va a ser un gran dia para ti- me miró reí..
       Dee, no se me da muy bien separarlos.- continuaba comiendo.- gracias
       Mogo (come) que se te va a enfriar.- me asintió.
Bien, ahi iba a intentar comer. Introdujo los palillos en los fideos. Hasta el momento todo iba bien, ahora solo tenía que sacarlos con cuidado y con algo de comida por favor. Los levantó, increible, sujetaban comida, la sujetaba. Fue a meterselos en la boca cuando sin más se cayeron de nuevo al tazón, salpicándonos a ambos. Era demasiado bueno para ser verdad.
       ¿Gwenchanha?
       Dee.-dijo.
       ¿Sigues sin poder utilizar los palillos?
       Dee.- miró hacia el suelo.
       Gidaryeochi.
Me levanté de mi asiento y me puse junto a ella, sentándome. Con mucha delicadeza cogí sus palillos y los introduje en el bol, levanté unos fideos y los escurrí.
       Iko.-dije.
Se giró muy bruscamente. No entendía por qué, me sorprendió y desorientó esa reacción, no era tan feo, ¿o si?  Su rostro estaba a muy escasos centímetros del mio. Podía notar su respiración, por tanto ella también. ¿Me olería el aliento a ramen?  Nunca la había tenido tan cerca en su totalidad, ni aquella vez junto al piano.  Levanté un brazo que se acercó a su cara. Parecía asustada. La aproximé cada vez más, la mano y mi cara. ¿Por qué cerró sus ojos? ¿Tanto la incomodaba?
       ¿Qué estas haciendo? ¿No piensas abrir la boca?- dije mientras la pellizcaba.- Tus fideos se enfrian.
       ¿Eh? Dee.- la abrió y delicadamente la alimenté.
       ¿Quieres que te enseñe a utilizarlos?
       ¿Jongmal?- le asentí.- Dee.
Me acerqué un poco más. Ladeé mi cuerpo para quedar por detrás de ella. Me dio vergüenza, el vernos a los dos así. Nunca había estado así con otra persona, tan cerca, me refiero a personas del sexo opuesto. Es cierto que había tenido novias, pero siempre fui muy cuidadoso con el espacio personal. Cogí su mano derecha junto con la mía para que ambos cogiéramos  los palillos. Mi nariz jugeteaba con su suave cabello. Olía a macedonía, era un aroma muy dulce. Empecé a sofocarme y ponerme nervioso, ¿cómo podía ella estar como si nada?
       ¿Arachi? Tienes que cogerlos como te mostré.- me aparté, ya no podía más.
       ¿Eh? - gracias por esa atención.- Dee sir.- Lo intentó y para mi sorpresa funcionó.- ¡Lo conseguí! Mira KiJin, lo conseguí.
       Aplaussu.- ambos  reímos.
Terminamos de comer el ramen. Creo que nunca me supo también como hasta entonces.
        KiJin- la miré.- ¿Gwenchanha? Pareces hambriento.
       Dee, gwenchanha, es solo que no suelo comer este tipo de comidas, tengo que seguir siempre las dietas, así que hoy estoy aprovechando para abastecerme.
       Aaah, ya veo, por mí no te preocupes, come todo lo que quieras. Tenemos tiempo.- me sonrió.
       Gomawo, pero ya estoy terminando.
       Dee, mientras, podemos pensar qué hacer.
       Dee, ¿qué te gustaría visitar o hacer?
       Esto..., no sé si querrás, pero...
       Dime.
       Si no quieres no pasa nada, lo entendería, eres una persona ocupada y además tampoco deberías dejarte ver con alguien como yo, pero...- ¿Qué inetentaba decirme?
       ¿Eh? Me estás asustando. Yo decidiré si tengo o no tiempo y con quien quiero o debo juntarme, nunca me preocupó lo que los demás pudiesen pensar. Hoy simplemente soy Choi KiJin.
       Dee, gomawo. Pues... la verdad es que me hace mucha ilusión- me miró- ver un musical, y la verdad es que tengo unas entradas para hoy a la tarde, y no tengo con quien ir y, eso, me preguntaba si querrías ir conmigo.- jugaba con sus dedos. ¿Ottokhae? Yeppone.
       Esto.-Silencio- ¡Me encantaría!- le sonreí.
       ¿Jinjja? Pensé que no querrías. Gomawo jinjja jinjja gomawo.
       ¿Weao? No hay ninguna razón para decir que no.
       El musical comienza a las seis, tenemos mucho tiempo hasta entonces, así que decide que vamos a hacer hasta entonces. Algo que te haga ilusión.
       Pues la verdad, me gustaría ir Lotte World.
       ¿Qué es?
       Es una especie de parque que se compone por distintas franjas. Cada una hace referencia a un lugar del mundo, además en el centro hay una hermosa pista de patinaje.
       Wow, parece hermoso, pero ¿y eso que quieres ir? ¿No has ido nunca?
       Si fui alguna vez, junto con mis compañeros. Pero....- noté calor en mis mejillas.- quería ir contigo a la zona de España para aprender más sobre ti y tu país.- reí.
       G-o-o-o-ma-wo. Pues entonces vamos.- dijo muy feliz.
Terminé de comer y juntos recogimos la mesa. Que persona tan hermosa era. Era tan buena, tan amable. Seguimos hablando y riendo de camino a Lotte World, intentaba hacerla reir todo lo que pudiese siguiendo el consejo de JoonChae.. Llegamos a la entrada y un guardia nos atendió.
       Dos entrada, jebal.- dije.
       Son 35.000 won cada una.
Miré de reojo a Alex su cara estaba blanca, parecía enferma, ¿estaría bien?
       Deee.- dije. Me cogió del brazo.
       KiJin, no puedo pagarla, no dispongo de tanto dinero.- era eso.
       No te preocupes, yo te la compro.
       Anny, eso es abusar.- yepoyyo.
       Anny, quiero comprártela. De verdad que me hacía ilusión venir contigo, esto, además, tú me vas a invitar al musical, uno por el otro.
       Hajiman....
       Hajiman nada, choki (disculpe), deme dos entradas.
       Dee, aqui tiene señor, disfruten.
       Gomsamida.

Empujé de ella para que entrase. Todo en su interior era hermosísimo. Se podía ver en el centro la enorme pista de hielo, que más tarde visitaríamos. Parecía cómo si estuviese entrando en distintos lugares del mundo. Teniamos que encontrar España, no creo que fuera difícil, ya había estado antes, pero por alguna razón no lograba recordar como era exactamente su bandera. Nos pusimos a buscar, pasó casi una hora y no lo encontrábamos, aquello era enorme. Ya eran casi las 5, el musical empezaba a las seis, teniamos que darnos prisa.
       Recuerdo que la última vez que vine estaba por aqui.
       No pasa nada, podemos buscarlo, solo tenemos que encontrar una bandera con tres rayas horizontales, dos rojas y una amarilla.
       ¿Jinjja?- no puede ser. KiJin eres increíble.
       Deee, ¿wea?
       Vi esa bandera hace como más de media hora.
       ¡¿Jogmal!? No me lo puedo creer.
       Mian, no sabía que esa era la bandera que buscábamos.
       Eres único, ¿conoces algo de España a parte de a mí?- iba a responder.- Pero que digo si te fuiste junto con KiBum y JongDong a Barcelona, ¿cómo es que no te acordabas de la bandera?
       Omo, es verdad, no había caído, por eso me sonaba tanto, mian- hice una señal de disculpa mientras me reía.
       Babooo- dijo mientras me daba golpecitos en la espalda.- Al menos te acordarás de dónde estaba ¿no?
       Deee, no muy lejos, tenemos que ir hacia la derecha.
       Ar-a-asseo.- la empujó sin querer un hombre. La sujeté para que no cayera. Aquel hombre podría haberse disculpado.
       ¿Gwenchanha?
       De-e-e, gomawo.
 El torso de Alex estaba muy cálido. Me entró calor al notar sus senos comprimiéndose en mi antebrazo. Se me olvidaba que dentro de lo que cabe no era ninguna niña. Parecía firmes, ¿pero en qué estaba pensando?
       Las personas deberían de tener más cuidado al caminar.- dije mientras me separaba.
       Deee, de nuevo gomawo.
       Tienes que tener más cuidado.- le acaricié la cabeza.
       Deee, "appa".
       ¿Appa? Tampoco soy tan mayor, tan solo son 7 años la diferencia, como mucho puedo ser tu "oppa".
       Dee, iba a decirte oppa- comenzamos a andar.- pero es que no me sale natural. Desde los 15 años siempre me decía que si alguna vez os conocía nunca os llamaría oppa, no me acuerdo por qué, pero ahora no puedo llamar a nadie oppa, ni siquiera a KiMin.
       Ya veo, la verdad es que a mi tampoco me sale natural decirte dongsaeng, mejor así, solo por nuestros nombres.- le sonreí.
       Deee.
Llegamos a la zona de España. Genial, me encantó encontrarme con un enorme cartel que decía: "Lo sentimos, estamos en reforma, próxima avertura el 15 de enero, disculpen las molestias".  ¿Estarían los palillos relacionados?
       No me lo puedo creer, que mala suerte.- dijo.
       Dee, de verdad quería verlo.
       Desde luego este no es mi día, dichosos palillos.
       No pasa nada, en dos semanas volverá a estar abierto, podemos volver.
       Pues empezaré a ahorrar ya.
       ¡Fighting!- reímos
       ¿Y qué hacemos ahora? Para el musical aun queda aproximadamente una hora, y el teatro está justo aqui al lado.
       Dee, es verdad. Pues si quieres podemos bajar a la planta baja e ir a la pista de hielo, aunque no se me da demasiado bien patinar.
       ¡Deee! Estaría muy bien. A mí tampoco se me da muy bien, no pasa nada. ¿Bajar? ¿Por el ascensor?
       Dee, ¿weao?
       Esto...., no me gustan mucho los ascensores de los establecimientos, van muy deprisa..., me dan miedo.- tomo nota.
       Aigooo, yeppone, jajajajaja.- infló sus mofletes.- Entonces, ¿deberíamos de bajar por las escaleras?- dije mientras se los chafaba.
       Deee.- sonrió.
Bajamos tranquilamente por las escaleras hasta que, ya estaba tardando, me tropecé con mis propias piernas y estuve a punto de caer, pero pude mantener el equilibrio. Comencé a reirme. Era único. Intentó aguantarse la risa, pero acabó llorando. Sin yo quererlo la KiJin condition había aparecido. Llegamos a la pista y nos dieron nuestros patines. Allí dentro hacía frío. Me puse los patines rápidamente. Sentí como si alguien me estuviese mirando, miré a Alex quien me estaba observando. Le dediqué una bonita sonrisa y la saludé.
       Ya estoy listo.
       ¿Ikuze (vamos)?
       ¿También sabes japonés?
       Dee, un poco.- dijo juntanto dos dedos.
       Kawaii (bonita), ikou.
Entré primero y la ayudé a etrar, parecía tan indefensa que tenía la necesidad de protegerla… Por favor que no me cayese, no quería hacer el ridículo. Entré al hielo con mucho cuidado. Comenzamos patinando por la barra, lentamente.
       KiJin, ¿y si patinamos por el centro?- la esperada pregunta llegó.
       No estoy seguro.
       Veeeengaaa.
       Arasseo, pero no te vayas muy lejos.
       Dee, dame las manos.- se la cogí, seguía sin sentirme seguro.- Patinemos juntos.
Comenzamos a patinar tomados de las manos. Me sentía estupendo, se me olvidó que estábamos rodeados de más personas. Empecé a patinar más rápido y me solté de su mano. Me puse delante de ella y comence a bailar uno de nuestros bailes de BMS. Comenzó a reirse como una loca y se puso a mi lado a bailarla también, mi timidez se me olvidó, pero como no,  me tropecé y me caí tirándola a ella también. Reímos.
       ¿Gwenchanha?- preguntamos.
       Dee, mianhae, no pretendía tirarte.
       Dee, gwenchanha, fue divertido.- la ayudé a levantarse.
       Omo, son casi las 6 ya.
       ¿Jinjja?- le afirmé.- Pues tenemos que darnos prisa.
Salimos de la pista de patinaje lo más rápido que pudimos, cuando quería era muy veloz. Nos quitamos los patines. Menuda vergüenza íbamos a pasar en el musical, esperábamos que nuestras ropas se secaran un poco. Salimos del establecimiento y pusimos rumbo al teatro. Llegamos a las 6 en punto. En la puerta un encargado nos pidió las entradas. Sorpendentemente, no las había perdido. Se las entregó y nos indicó el camino. Todo estaba muy oscuro, apenas se veía nada. Seguro esta baboo se tropezaba con alguna butaca montando un papelón. Cogí su mano y la guié. Llegamos hasta nuestros asientos y nos sentamos. Poco después el espectáculo comenzó. Ahora tocaba hora y media de buena música y silencio. Durante numerosas veces miré de reojo a Alex, tenía la tentación de pasar mi brazo por detrás de ella, pero me contuve, conforme estábamos era suficiente. Analicé todo lo sucedido y más tenía la sensación de que Alex me veía como a un hermano mayor, bueno, algo era algo. Durante la última canción cerré mis ojos, me pareció muy hermosa, recuerdo mirar a Alex  notar caer  lágrimas por sus mejillas, yo también me emocioné, no podía evitarlo.  Verdaderamente le ponían mucho corazón. Que se emocionara Alex me pareció algo muy hermoso y tierno.  Me alegraba de haber compartido ese hermoso momento junto a ella. Cuando terminó el musical salimos de los últimos de la sala, y para nuestra sorpresa estaba lloviendo, pero ¿cómo? Si hacía un día precioso. Dichosos palillos.
       ¿Ottokhae?- dijo.
       ¿No trajiste paragüas?
       Dee, ¿ojjoji? Son casi las 8 y tengo que volver a casa, porque no llevo llaves y a esa hora HyunJo había quedado.- ¿Con quién?
       ¿Jinjja? Podemos intentar conseguir un taxi, aunque creo que será difícil.
       Y tampoco podría pagarlo, aigoo.
       Yo creo que llegaríamos antes andando.
       ¿Con la que está cayendo?
       Dee, ¿por qué no? Si no llegas antes de las 8 te vas a quedar fuera y te vas a mojar igual, por lo menos mójate para saber que después estarás calentita en casa.
       Araji, aunque no lo veo muy claro.
       ¿Cómo que no?- Tiré de ella. Sentí la lluvia caer sobre mi piel
       ¡KiJin!
       ¿Weao?
       Te voy a matar.
       Eso si consigues atraparme.
Comencé a correr en dirección de su casa y ella me perseguía por detrás, gritándo que me detuviese, pero, evidentemente, no la obedecía. Mis gafas cayeron al suelo. En el fondo me lo estaba pasando muy bien, me sentía vivo, como un niño. Alex parecía divertirse también, aunque la veía extraña. Notaba mucho frio. Miré hacia atrás y vi cómo Alex caía al suelo. Retrocedí.
       ¿Gwenchanha? ¿Qué ha pasado?- dije algo apresurado.
       Gwenchanha, tan solo me lastimé un poco el tobillo mientras patinábamos.
       ¿Jinjja? ¿Y por qué no me lo dijiste antes? ¿Baboya? Déjame verlo.- le levanté el pantalón. ¿Fui muy brusco?- Omo, está bastante hinchado, ¿crees que podrás andar?
       Mian, no quería molestarte más. Molla.
       A ver, vamós a probar.- la ayudé a ponerse en pie.
       Mianhae, lo intento, pero me cuesta mucho.
       Arasseo, esto no funciona.- me agaché.- sube, yo te llevaré.- era mi responsabilidad.
       ¿Jongmal? ¿No seré muy pesada?
       Annyo, sube.- cogí sus brazos y la subí a coscoletas.
       Gomawo.- dijo mientras hundía su rostro en mi espalda.
El trayecto hasta su casa fue tranquilo, apenas hablamos, yo tenía demasiado frío y ella debería de estar aguantándolo también. Debimos tomar un taxi. La notaba tiritar. Me sentía impotente, quería aportarle más calor, pero no sabía cómo. Nunca debí proponerle ir andando. Llegamos a su casa y la bajé.
       Mianhae.- creo que comenzó a llorar, auqnue no se notaba por la lluvia.
       ¿Waeo?
       Por mi culpa has tenido que cargar conmigo y además has pasado mucho frio.
       Annyo, gwenchanha, además te lastimaste por mi culpa.
       Hajiman... ¿y si erfermas por esto? Si te pasase algo por mi culpa, creo que no lo podría soportar. Solo te causo problemas.- agachó su cabeza.
       Alex..., annyo. No me has causado ningún problema.- se la levanté.- al contrario hoy disfruté mucho. Gracias por hacerme sentir como una persona normal de nuevo, hoy volví a ser yo.- me acercé.- gomawo. Comenzó a llorar con más fuerza y de repente se abalanzó hacia mí y me abrazo.
       Jinjja jinjja gomawo. Gomawo por cumplirme un sueño. Y mianhae.- me quedé inmóvil. No supe cómo reaccionar.- mianhae, no quería...
Nos miramos.  Podía ver sus hermosos y sinceros ojos, donde se reflejaba la luna. De nuestras bocas salía humo, ambos debíamos de estar helados. Me aproximé. No se movió. Tan solo mantuvo su mirada fija en mí. Su ropa mojada, marcaba su delicada fijura, su cintura y sus senos. Ya no sentía el frío.
Nunca la había visto tan seria, la miraba fijamente. Me aproximé un poco más, ya podía notar su agitada respiración, ¿notaría ella la mía? Deseaba tenerla más cerca, más próxima y sentir su calor y sus caricias ¿Pero qué estaba pensando? Tragué la saliva, estaba nervisoso, ya no aguantaba más era ahora o nunca. Levanté un brazo y lo fui aproximando dulcemente  hacia su cara, de donde aparté algunos de sus cabellos muy delicadamente. Dejé mi mano posada en su mejilla, estaba helada. Levantó una mano y la colocó sobre la mía. Comencé a acercar mi rostro más al suyo, mientras acariciaba su mejilla. Bajó la mirada. Me hizo sentir inseguro. Pero ya no podía parar, seguí acercándome. Volvió a alzar su mirada en la que pude ver miedo, confusión, pero también mucha ternura. Sentía su aliento. Poco a poco sus gruesos labios quedaron a pocos centímetros de los míos. Me dejé llevar y dejé salir todo lo que tenía acumulado.

       Alex...- susurré.

Coloqué mi otra mano alrededor de su estrecha cintura y la acerqué más todavía, casi ciñendo su cuerpo al mío, fundiendo mis labios con los suyos en un duradero, cálido y deseado beso.

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