domingo, 2 de julio de 2017

Rozando el cielo

CAPÍTULO 35: SEGUNDA CITA


Miré mi reloj, eran las 13:30. Genial, KiMin llegaba media hora tarde. Si lo llego a saber, hubiese estado más tiempo en casa y hubiese escuchado el programa de la radio entero. Me quedé con ganas de escuchar a NeRa y a SooRi. ¿Cómo lo harían? A este paso no sé dónde íbamos a ir a comer. Ya me había acostumbrado  según el horario coreano y estaba hambrienta. Una duda llegó a mi cabeza. Él ahora es un Idol famoso, ¿vendría camuflado o disfrazado? ¿Lo sabría reconocer? Pero en qué estupideces estaba pensando. Empecé a inquietarme. Ya no iba a ser como antes, ya no sería tan íntimo. Deseaba que no nos cruzáramos con ningún tipo de periodista. Cómo los podía odiar tanto. Son como monstruos que viven a costa de la vida ajena, repugnante. ¿Tan falta de motivación personal tienen que han de indagar en las vidas privadas y destruirlas?
Me miré, iba muy sencilla vestida. Llevaba unos pitillos verde oscuro junto con un jersey de lana color caramelo y un pañuelo  a juego con distintas tonalidades de verdes. Con lo que respecta  a mi cabello, lo llevaba rizado por las trenzas que por la noche me hice, tan solo le puse un poco de espuma, pero quedó muy natural, estaba a falta de un buen corte de pelo. Tampoco iba muy maquillada, tan solo llevaba rímel, pero me puse las lentillas, para que se pudieran ver mejor mis ojos, aunque creo que ninguno de la compañía me vio con gafas. Ya estaba viendo mi futuro en los titulares de todas las revistas, "la reciente estrella KiMin fue visto con una joven durante el día tal y hora tal y bla bla" y como no, me pondrían verde.
No quería que mi vida cambiase, aunque con el tiempo sí cambió, y mucho. Me estaba aburriendo cuando noté que alguien me tocaba el hombro por detrás. Me giré para comprobarlo, pero no había nadie. Me giré nuevamente hacia el frente y ahí estaba KiMin, tal y como es él, sin ningún disfraz, ni siquiera gafas, con una enorme sonrisa sujetando una hermosa rosa roja.
       Annyeong, siento haberte hecho esperar.- me dio la rosa.
       Annyo, apenas esperé. Gomawo.- cogí la rosa y la olí, tenía un dulce aroma.
       Como recompensa he pensado que podríamos ir después de comer al cine a ver una peli, o a algún musical.
       Eso sería genial.- comenzamos a caminar.- me encantaría ver un musical, pero es demasiado caro, mejor vamos al cine que es más, como decirlo, porque ni tampoco, más económico podríamos decir.
       Jajaja, sigues siendo igual de rata.
       Rata no, ahorradora. Si tú tuvieses que vivir con mi miseria me entenderías.
       Si te hace ilusión ir al musical te lo puedo pagar yo.
       Anny, ahorraré para ver aquel en el que salgas tú y poder ir a verte.
       Jajaja, gomawo, entonces vas a tener que esperar laaaaaaargooo y tendidooo.
       Esa es la idea, aprecio mis odios, gracias.
       ¡Ey!- me dio un ligero empujón.- que sepas que soy muy bueno rapeando, puede que cantando no, pero almenos algo hago. Ya aumentaré mi rango.
       Ya te estoy imaginando " ijen manchiwkae-e-e-e"- quebré mi voz en las últimas sílabas.
       Eee no te burles, creo que fue lo único que heredé de mi padre.- tiempo más tarde descubriría que no.- Por cierto, ya no me llamas oppa.- cambió a hablarme en coreano.
       Dee, es que se me hace algo extraño, no estoy acostumbrada a ello. No me sale natural, puede que algún día lo haga, tiene que salirme solo.
       Arasseo, esperaré entonces.
       Por cierto, ¿adónde vamos a ir a comer?
       A un restaurante típico coreano y tranquila, invito yo.- le sonreí.
El camino hasta el restaurante fue bastante tranquilo, parece ser que las personas no se percataron mucho de su presencia. Me alegré, hasta que entramos dentro. De repente una oleada de fans se levantó de sus mesas hacia nuestra dirección. No me lo podía creer, ¿enserio? Dios, solo era un chico normal, en esos momentos solo era KiMin, no K-Kai. A veces las fans me sacaban de mis casillas. KiMin comenzó a firmar autógrafos y a hacerse fotos. En uno de esos momentos me dirigió una señal de perdón, que evidentemente acepté. Por lo menos las fans no me hicieron nada. Tenía miedo de que me acosasen o algo por el estilo. A veces daban mucho miedo y podían ser de lo peor. Era algo que escapaba a mi entendimiento. Tan solo eran personas, con talento, es cierto, pero al igual que ellas hay por el resto del mundo con mucho más talento y no son acosados. No comprendía cómo podían llegar a actuar así. Es normal admirarlos, pero de ahí a intentar tocarlo o algo más...No sé. Vi cómo KiMin me hacía una seña para que subiese al piso superior del restaurante y eso hice, diez minutos más tarde él subió.
       Jinjja jinjja, mianhae. No quería que pasase esto.
       No te preocupes es algo normal, supongo. Aunque no entendio cómo pueden ponerse así.
       ¿Insinuas que soy insignificante?
       Efectivamente.
       Gomawo- puso carita de gatito :3
       Quiero decir que solo eres una persona más, una persona normal, todos somos iguales. Unos más guapos y ricos que otros, pero iguales en lo que a persona respecta.
       Estoy de acuerdo contigo. Pero me gusta saber que al menos tengo unas pocas fans que aprecian lo poquito que hago.
       Dee, yo también soy fan tuya y no por ello te acoso.
       Creo que me daría miedo.- achinó sus enormes ojos.
       Bueno, ¿pedimos?
KiMin ordenó por lo dos y tuvo el detalle de pedirme un cuchillo y tenedor aunque el camarero lo miró extrañado. Antes de que llegase la comida nos dimos los esperados regalos de navidad. Me gustó mucho que me regalase su propio CD, lo vi tierno, pero prepotente al mismo tiempo. Comí muy agusto, estaba hambrienta. No sé lo que comía, pero sabía estupendamente.
       Me alegro de que te esté gustando.
       Dee, a mí también, aunque no sé lo que es.- me miró.- ¡No! Que te veo venir, no me lo digas. Estoy segura que si me lo dices me va a dar angustía.
       Jajaja, está bien. Bueno y cuéntame. ¿Qué tal tus navidades?
       Geniales, si tenemos en cuenta que solo he estudiado.
       Ya veo.
       Que va, es mentira. De momento va todo bien y la víspera de navidad fue estupenda, la pude pasar con mi hermana y SooRi y con BMS.- levantó la vista.
       ¿Jinjja? Me alegro mucho y, ¿te regalaron muchas cositas?
       Dee, SooRi me regaló una falda y mi sister me dijo que esperase, pero por el momento me dio este cogalte.- se lo mostré.- Aaah y HyunJo, ¿lo recuerdas?- me asintió.- me hizo un precioso regalo, me regaló un piano.- escupió el zumo que se estaba tomando.
       ¡¿Un piano?! Debes de ser muy importante para él.- dijo mientras se limpiaba.
       Eso creo, él también es muy importante para mí, lo quiero mucho y me gusta cómo cuida de mí.- KiMin se atragantó con la comida.
       Pero, a la pareja de HyunJo no le molesta qué viváis juntos.
       Anny, además, ya no tiene pareja, lo dejaron.- se le cayó la sopa de la boca. ¿Qué le pasaba hoy?- El pobre lo está pasando muy mal. ¿Te pasa algo? Te noto muy raro.
       Deee, gwenchanha.- dijo mientras rompia los palillos. No parecía estar muy bien.
       Arasseo, confío en ti.
       Y..., ¿no te sientes incómoda viviendo sola con él?
       Anny, tenemos una gran confianza, nos lo contamos todo- bueno casi todo.- de eso se tratan las relaciones ¿no?
       De-e-e.- dijo mientras cerraba los puños.- supongo.
       Enserio KiMin, hoy te noto muy extraño, ¿seguro no te pasa nada?
       Dee, gwenchanha. Sigamos comiendo que se nos va a enfriar.
       Dee, gomawo.
Terminamos de comer con lentitud. El resto de la conversación fue algo más normal. Nos reímos, gastamos bromas, hablamos de cosas serias, un popurrí, vamos. KiMin, como prometió se ocupó de la cuenta y la pagó. Cómo se le notaban ahora los billetes, macho. Yo seguía cobrando mi misma miseria y continuaba, como no, siendo explotada. Tenía que tener una charla seria con HyunJo. Finalmente decidimos ir al cine, tal y como habíamos propuesto. El cine no estaba muy lejos de nosotros, tan solo tendríamos que andar unos 10 ó 15 minutos como mucho. Tenía curiosidad por saber qué tipo de película veríamos. ¿De acción? o ¿de miedo? No sabía qué películas eran las que le gustaban. Me sentí mal. ¿Y si no coincidíamos? Llegamos al establecimiento. Apenas había personas. ¿Quién iba a ver a las 15:00 de la tarde? Había una gran variedad de cartelera. Adoraba ver películas de miedo y comedias, sobre todo con mi hermana y verla sufrir y llorar del miedo. Para mi desgracia solo había películas de amor, acción y alguna de comedia.
       ¿Qué vemos?- dijimos a la vez.
       Tú primero.- le dije.
       Pues... me gustaría ver alguna película de amor.
       ¿Amor?
       ¿Wae? ¿Shiro?
       Anny, si la quieres ver, la vemos. Es solo que las películas de amor...., no sé, nunca me gustaron mucho. Las veo muy melosas e imposibles, muy para enamorados empalagosos. Además esa la vi hace poco.
       Vaya, una chica a la que no le gustan las películas de amor, y ¿cuáles te gustan? ¿Jinjja? ¿Y eso?
       Pues me gustan mucho las películas de risa y de miedo y las de dibujitos, me parecen muy tiernas. Dee, la vi con HyunJo porque me obligó, le encantan estas películas.
       A-a-ah. Entonces, ¿quieres que veamos la de risa?
       Deee, jebaaaaaaal.- lo cogí del brazo.
       Arasseo, pero porque me lo pides tú.
       Yujuuu, daebak. Gomawo.
KiMin intentó invitarme al cine también, pero no lo permití, eso ya era abusar, yo me lo pagué. Para hacer tiempo hasta que empezase la película, nos metimos en un fotomaton a hacernos diversas y graciosas fotos para crear hermosos recuerdos. Me alegré mucho de haberlo conocido. Para nuestra sorpresa la sala estaba más llena de lo que esperábamos. Reímos como dos niños, hasta que KiMin, a causa del cansacio, supuse, se quedó dormido y apoyó su cabeza en mi hombro. Me puse nerviosa, nunca había tenido su cara tan cerca y podía notar su respiración. Le acaricié el pelo, era increiblemente suave, me reí para dentro. Por suerte estábamos sentados en la última fila y pude sacar, muy discretamente el móvil, y hacerle, durante una escena con mucha luz, una foto para tener pruebas para cuando se lo contara. Salimos del cine a las 16:45. Él debía de volver a la compañía a las 18:00. Por lo que nada más salir decidió acompañarme a casa. El trayecto fue muy tranquilo, bueno más o menos.
       KiMin.
       ¿Dee?- dijo despertándo de su mundo.
       ¿Te gustó la peli?
       Dee mucho.
       ¿Si? Y, ¿cuál fue tu parte favorita?
       Estoo... cuando el prota hace esto y aquello...
       Aaah, ¿podrías explicarme el final? Es que no lo entendí bien.
       ¿Eh?- lo cogí.- Esto, cla-a-aro... Pues...- lo veía sudar.
       Jajajajaja.- no pude aguantar la risa.- No te acuerdas, ¿verdad?
       Anny, mian, no sé por qué.
       Yo sí, te quedaste dormido.
       Mentira
       Verdad, ¿quieres verlo?
       ¿Cómo?
Le mostré la foto que yo misma nos había hecho. Salía realmente tierno, parecía un niño pequeño. Yo, por mi parte salía levantando los dedos en señal de victoria y riéndome.
       No me lo puedo creer, ¿enserio? Jinjja jinjja mianhae.
       Dee, no te estreses, no ha sido para tanto.
       Jebal, no le digas a nadie, con nadie, me refiero a mis amigos, de que me quedé durmiendo.
       ¿Waeo?
       Porque me harán la vida imposible.
       ¿Jinjja? Uuu y encima tengo pruebas...
       No me gusta cómo está sonando tu voz. No estarás pensando en algo ¿no?
       ¿Yo? Por favor, la duda ofende.
       ¿Jinjja? Entonces voy a tener que quitarte el teléfono.
       Uuu, no me asustas.
KiMin comenzó a perseguirme por la calles de Seul, mientras yo huía y le hacía burla. Como me estaba divirtiendo, hasta que me atrapó por detrás, justo en frente de mi apartamento. KiMin me abrazó por detrás. Me tensé y también me puse nerviosa. El corazón me iba muy deprisa.
       ¡Te atrapé!
       Dee.- me soltó y miró. Reímos.- Gracias por el día de hoy y por acompañarme a casa.
       Dee, gracias a ti por cambiar mi rutina. Lo pasé realmente bien, gomawo. Espero con ansias que volvamos a quedar.
Y antes de que pudiera decirle si quiera adiós, KiMin me dio un beso en la mejilla a modo de despedida. Los colores se me subieron. Alguien habría al mismo tiempo la puerta del postigo.
       Oh, mianhae.- dijo KiMin.
       ¿Eh? ¿Nega? ¿Waeo? - Era HyunJo.
       Dee, por si te molestó lo hace un momento.- ¿Mande? En todo caso dímelo a mí, no a él.
       Anny, Alex puede tener amigos ¿no? No tengo por qué controlarla. Sé qué es inteligente y sabe cuidar de sí misma. Confío en ella.
       D-e-e.- dijo KiMin algo avergonzado.- Bueno SangRa yo he de irme ya, gracias por todo, ya te llamaré, annyong.

¿Hola? ¿Qué acababa de pasar? No entendí nada. ¿Desde cuándo HyunJo imponía tanto? Lo miré con cara extrañada. Él simplemente alzó sus hombros en señal de duda. ¿Qué le pasaría a KiMin? Durante todo el día lo noté extraño, como más distante. Le preguntaría a Gabri y NeRa, ellas pasaban más tiempo con él que yo, seguro sabían algo. Por el momento subí a casa y metí la rosa que me dio KiMin en un tarro con agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario