CAPÍTULO 36: CONSEJOS
Aunque
quise apartar de mi mente la idea de que KiMin tuviese hoy una cita con Alex,
no podía. Estaba descansando, tumbado en el sofá de nuestra sala en la
compañia. Cada vez que cerraba los ojos me venían imágenes de ellos dos juntos
riendo, tomados de la mano e incluso besándose, eso ya sí que me ponía malo.
Luego me venía la idea de que Alex ya tenía novio. Me sentía extraño, pero si
ella era feliz era lo más impotante. KiBum entró en la sala con un café y se
sentó sin hacer ruido en el sillón que había justo al lado del sofá. ¿Cómo
podía gustarle tanto el café? Lo miré, no tenía buena cara. Tenía la nariz roja
y las uñas mordidas. ¿Qué le habría pasado? Me hice el dormido...
• Hyun...hoy
hice algo horroroso.
• ...........
• Me siento
fatal, no sé que hacer. Yo no quería, no sé cómo me salió.- me levanté.
• KiBum-nin,
¿qué te pasa?- le hice una señal para que se acercara. Se sentó a mi lado.
• Hoy herí a
una buena persona.
• ¿Cómo?
• Le dije
palabras horrorosas que en relaidad no pensaba y no sé por qué y ahora no sé
que hacer.
• ¿Has
propado a disculparte?
• Ese es el
problema, que no tengo el valor para presentarme, con qué cara la miro a los
ojos después de lo sucedido. Esa persona tiene que estar muy herida.
• ¿Cómo
sabes qué lo está? ¿Ella es tan importante para ti? Y tú, ¿lo eres para ella o
no?
• Mo-o-lla.-
dudó.- Ahora que lo dices, puede ser que no sea tan importante como pensaba.-
le costó decirlo y hundió su cabeza en sus rodillas.
• No me has
contestado a todas las preguntas. ¿Y ella te importa?
• ¡Molla!
¡Molla!- explotó.- Solo sé qué lo que le dije no era cierto, que ella para mí
sí es algo, no sé el qué, pero lo es. No me gustó ver aquella expresión en su
cara.- se limpiaba algunas lágrimas que intentaban asomar.- Ni en la cara de
nadie, me gusta hacer felices a las personas y alegrar sus corazones, no
entristecerlos, ¿por qué con esa persona no puedo ser así? Hyun..., dime qué
hacer, no puedo más, la angustia me está matando. Sé que no actué bien, hyun,
pero es que tenía tanta rabía contenida.- lo abracé y KiBum apoyó su cabeza en
uno de mis hombros.- M-e-e sie-e-nto destruido, cómo si hubiese decepcionado a
la persona más importante de mi vida. - Le acaricié la cabeza dulcemente.
• Tranquilo
KiBum, me alegro de que te hayas sincerado contigo mismo, era mejor soltarlo
todo. No te preocupes, NeRa es una persona maravillosa,- me miró sorprendido,
pero no dijo nada.- que sabe perdonar los errores de las personas y sabe
comprenderlas, te escuchará. Sé que para ella eres mucho más importante de lo
que demuestra.
Tras
decir esto, KiBum se relajó hasta que se quedó dormido en mi regazo. Nunca lo
había visto así, es verdad, que lo había visto llorar en numerosas ocasiones,
pero verlo así, tan vulnerable, me hizo sentir culpable por no poder hacer
nada. Me costó mucho aguantarme las lágrimas. Miré su cara, las lágrimas aún
resbalaban por sus suaves mejillas, parecía un ángel durmiendo, nada más lejos
de la realidad. Tras media hora, con mucho cuidado me levanté del sofá y dejé a
KiBum durmiendo. Le puse por encima una mantita y le dejé una nota que decía:
" Si el pasado dolió, haz que el presente borre ese dolor y lo convierta
en felicidad. Recuerda que el cariño
permanece y la tristeza es efímera. Fighting! KiJin."
Salí
de la sala y cerré la puerta lentamente para no despertarlo. Miré mi reloj,
eran las 17:30. Me aburría, ¿ottokhae? SaeByeong estaba jugando a las batallitas
en su nuevo dorama, JongDong expulsado del planeta para llegar a Happylandia y
JoonChae fuera de combate, y el reciente KiBum eterrado. ¿Qué podía hacer yo
solo? Decidí bajarme a la sala de música, por si tocaba algo el piano o
cantaba. De camino a esta me encontré sentado en una esquina, solo, a KiMin.
• Annyeong
KiMin
• Annyeong
Hyun.
• ¿Waeo?
¿Por qué esa cara? ¿No te fue bien la cita? - ¿Enserio había dicho yo eso?
• Anny, la
cita fue bien.- tocado.- Pero creo que tenías razón y el corazón de SangRa es
propiedad de HyunJo.- y hundido.
• ¿Jongmal?
• Dee, hoy
mismo ella me confirmó que HyunJo ya no tiene pareja. No sé y además parece que
ambos son muy importante el uno para el otro, ¡aish!- se removió el pelo.
• Ya veo.-
creo que yo tampoco me lo creía.
• ¿Ottokhae,
hyun?
• ¿Me
preguntas a mí? KiMin, si Alex lo eligió será por algo, no está bien meterse en
las relaciones ajenas. Si ella es feliz es suficiente, ¿a ti te gustaría que si
estuvieses saliendo con ella alguien se entrometiese?
• Entonces
no me vas a ayudar. Esta bien hyun no contaba con tu ayuda de todos modos.
• KiMin...-
se marchó.
Hoy
se ve que no era el día de nadie, 27 de diciembre, quedas marcado en mi
calendario como día maldito para BMS que te quede claro, jugaba. Tenía hambre, ya casi era la hora de cenar, y
encima KiBum durmiendo, ¿qué podría comer? No me apetecía pollo.
Llegué a la sala, para mi sorpresa estaba dentro SSG, NeRa no tenía buena cara. Oh sí, era una máquina. Cómo sabía qué habían discutido, lo llevaban escrito en la frente, ambos eran tan transparentes.
• KiJin
annyeong.- me dijo SooRi.
• Annyeong,
¿qué hacéis aquí?
• Amugoto
eobseo. NeRa quería despejarse tocando algún instrumento.
• ¿Gwenchanha?
Pareces triste. Pero qué pasa hoy, recien vi a KiBum y estaba igual o peor.-
levantó la mirada.
• Gwenchanha,
es a causa de la alergia.
• Aaaah, ya
veo.
• KiJin,
aprovechando que estás aquí, te queremos pedir un favor.
• Dee.
• ¿Podríais
mañana todo BMS mostrarnos la ciudad a nosotras y a Alex?
• ¿Eh? ¿A
todas? ¿Meil?
• Dee,
jebaaal, a mi hermana le haría mucha ilusión.
• Esto,
arasseo.- Era demasiado bueno, pero es que no podía ver caras apagadas.- mañana
a la mañana temprano.
• Biiiien,
jinjja jinjja gomawo. ¿Dónde quedamos?
• ¿Cómo qué
dónde quedamos? Si nuestras casas están prácticamente al lado.
• Dee, pero
hoy dormimos en casa de mi hermana y pues...
• Mmmm, ¿en
la estación del tren del centro? ¿Os parece bien?
• Dee,
perfecto, gomawo.- terminó SooRi.- A las 10 en punto.
• Deee.-salieron
de la sala.
Genial,
¿cómo les explicaba ahora esto al resto del grupo? ¿Y si no les decía nada
hasta mañana? Recibí un mensaje de NeRa: KiJin, nosotras habisamos al resto.
Premio, menos faena para mí. Era un buen momento para que todos se vieran y
pudieran hablar. Me reconfortó el pensar que iba a volver a verla, aunque no la
miraría con los mismos ojos, pero con observarla y verla sonreir era
suficiente. Apreté con decisión el pañuelo y puse rumbo a la cafeteria.
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