CAPÍTULO 24: RECIBIENDO REGALOS
Por
fin había llegado el día 24 de diciembre. Estaba istérica, ya que el día 22 lo
pasé entero durmiendo y solo tuve el día 23 para poder aprender a cocinar
alguna comida coreana. Pues en fin, no sé cómo pasó, que llegó el día 24 y aún
no sabía qué leches cocinar. Encima HyunJo se divertía viéndome sufrir. Me
levanté a las 10:00 para comenzar limpiando la casa a fondo y adornarla. Por
suerte HyunJo me ayudó mucho. Entre los
dos se hizo mucho más divertido y además me dejó poner el último CD de BMS.
• Alex, ten
cuidado.- me dijo desde lejos.
• Dee, no
soy tan torpe no me voy a caer de la escalera.
• No lo
decía por ti, sino por la lampara, que vale mucho más que tú, merong.
• Arasseo
sir. ¿Puedes venir y pasarme las cintas que hay en aquella caja?
• Dee, ya
voy.- esperé- Ten, aqui tienes.
• Gomawo.-
puse varias cintas alrededor de la enorme lámpara.- Listo.
• Dee. Oh
Alex, te dejaste el trapo arriba de la lámpara.
• ¿Jinjja?
Ahora lo recojo, gidaryeo (espera).
Intenté
cogerlo, pero estaba muy arriba. ¿Cómo había conseguido dejarlo allí? Si había
conseguido dejarlo, podía recuperarlo. Me puse de puntillas, seguía sin
alcanzar. Me incliné un poco más y más, alargué el brazo. Lo alcancé, pero a
causa de eso me resbalé. Genial, estaba a punto de caer de una considerable
altura. Iba a doler, seguro. No me podía creer que fuera a caer. Apreté el
trapo hacía mí y cerré los ojos. Los abrí, por alguna extraña razón no me había
dolido nada.
• ¡Alex!
¡¿Gwenchanna?! ¡¿Gwenchanna?!
• ¿Eh? Dee.-
miré alrededor. HyunJo me había sujetado entre sus brazos.
• ¡¿Baboya?!
Te dije que tuvieras cuidado. ¿Por qué nunca escuchas?
• Mianhae.-
me asustó la mirada de HyunJo.- Gomawo.- seguía abrazándome.
• Dee.- lo
miré, nunca me había dado cuenta de los enormes brazos que tenía. Se apartó
bruscamete.- Bueno vamos a terminar.
Terminamos
de arreglar la casa a eso de la 13:30. Quedó preciosa. Poco después, HyunJo
recibió una llamada. Cuando miró el teléfono, su cara cambió, parecía enfadado.
Contestó y se metió en su habitación a hablar. ¿Quién sería? La curiosidad me
mataba. Tenía hambre, me puse a comer alitas de pollo, me encantaban. ¿Cuánto
podía tardar en tener una conversación? Finalmente salió. Tenía una expresión
muy sería.
• HyunJo...
¿gwenchanha?
• Dee, ¿ya
estás comiendo?
• Dee,
gidaryeo, ahora te sirvo. Aqui tienes.
• Gomawo.
• Esto,
HyunJo, ¿quién te llamó?- me miró.- Oh mian, solo tenía curiosidad.
• Tengo que
hablar contigo sobre eso, espero que no te enfades y lo entiendas.
• No me
asustes. Habla.
• Ahora no,
mejor después. Ah necesito que me hagas un favor.
• ¿Favor?
• Dee,
¿Podrías hacerlo?
• Dee, dime.
• Necesito
que a eso de las 17:00 bajes a la tintoreria a por mi traje, ¿puedes?
• Dee,
tranquilo yo me encargo. Pero si no me da tiempo a hacer la cena caerá sobre tu
conciencia.
• Dee, ¿a qué
hora van a venir?
• A las
19:00.
Nada
más terminar de comer, me tumbé durante media hora y después comencé a
prepararme para hacer la cena. Bueno, a preparar los ingredientes. Empezaría a
cocinar tras subir de la tintorería. Había decidido qué haría de comer:
Dupplings de carne y pescadito, sopa de algas, arroz como acompañante, tortilla
de patatas, pavo precalentado y unas galletas en forma de arbolito para el
postre con té. Sin darme cuenta llegó la hora de bajar a la tintorería. Pero
¿cómo pudo ser tan lento el dependiente? Dios las 17:30 y yo tenía que preparar
la cena y arreglarme. Volví a casa corriendo.
• HyunJo, ya
llegué.- nadie contestaba- ¿HyunJo?
• Dee,-
salió apresurado de su habitación, llevaba puesto un esmoquin.
• Omo, pero
si ya tenías un traje.
• Dee, pero
es que necesitaba tenerte fuera de casa durante algún tiempo.
• No te
entiendo.
• Esta
mañana quién llamó fue mi novio. Hoy volvía por fin y me pidió pasar con él la
navidad. Es por eso que no quería decirtelo, te hice prometer que la pasarías
conmigo...
• ¿Estás de
broma? - me miró.- Él es mucho más importante que yo, no tendrías ni que
pedirme permiso, hace más de tres meses que no lo ves.
• ¿Jinjja?
Gomawo. Ahora tengo las ideas más
claras. Jinjja gomawo.
• Dee,
aunque sí me hacía mucha ilusión pasar la navidad con mi mejor amigo. Bueno
siempre nos quedará año nuevo.- le sonreí.
• ¿Mejor
amigo? Nunca me lo habías dicho....
• Dee, ¿pero
por qué querías que estuviese fuera?
• ¿Has
entrado al salón?
• Anny.
• Pues
vamos.- Llegamos a la puerta.- Voy a darte ahora mi regalo de navidad, ya que
no te voy a ver. Cierra los ojos.
Los
cerré, noté también cómo él ponía sobre ellos su mano y me cogía la otra para
guiarme.
• Vale, ya
puedes abrirlos, Merry Christmas.
• HyunJo....-
lo miré, estaba muy feliz.
• ¿Shiro?-
bromeó.
• N-o-o sé
qué decir.- empecé a llorar.- Jinjja jinjja gomawo.- lo abracé.
• Anny
ibnida. Sabría qué te gustaría, te lo dije.
• P-e-ero
esto es demasiado para mí, no puedo aceptarlo. Mi regalo no se compara en nada
al tuyo.
• Verte
sonreir es el mejor de los regalos, además este regalo también lo puedo
disfrutar contigo.
• HyunJo...
Jinjja jinnja gomawo, saranghaeyo.-lo abracé.- ¿Cuándo te doy mi regalo?
• Mmm,
prefiero cuando vuelva.- le asentí.- bueno no vas a estrenarlo.
HyunJo
me había hecho el mejor de los regalos. Lo miré de arriba a abajo y volví a
llorar. El piano de cola blanco quedaba hermosísimo en el salón junto con los
adornos de navidad. Nunca pensé que alguien me regalaría algo así.
Verdaderamente me conocía y realmente lo quería y se había convertido en una de
las personas más importantes para mí. Y por lo que veo yo también para él. Me
paseé alrededor del piano acariciándolo con mis manos.
• Así,
siempre que lo necesites, podrás componer.
• Dee,
HyunJo, ¿te harías alguna foto conmigo? Quiero recordar esto por siempre.
• Dee, la
hacemos con tu móvil, así siempre podrás verme.
• Dee.
HyunJo
cogió mi teléfono y se dispuso a hacer las fotos. Nos hicimos dos, en la
primera yo salía dándole un besito a HyunJo en la mejilla y él con los ojos
cerrados y sonriendo. Me pareció muy tierna. En la segunda, con ayuda de
algunos libros conseguimos que el móvil se mantuviese y pusimos el
temporizador. HyunJo se colocó detrás de mí y puse sus manos en mi cintura.
También salió muy bonita.
• Joha, me
voy a poner la primera de fondo en el móvil.
• Dee.- me
acarició la cabeza.- tengo que irme ya, buena suerte esta noche y gúardame
algo. Annyong.
• Annyong,
disfruta de la noche.
• Espero que
cuando vuelva pueda escuchar la famosa canción con la que obtuviste tu
sobresaliente.
• Dee.
Annyong.
Bien.
Contaba de una hora para preparar la cena, menos mal que antes de bajar a la
tintoreria me dejé los dupplings preparados, solo tenía que meterlos a hervir
con la sopa de algas, el pavo ya estaba hecho, solo tenía que estar durante 30
minutos en el horno, el problema iba a ser la tortilla y las galletas, porque el
arroz ya estaba en el arrocero. Comencé primero por la galletas, en España
serían alededor de las 10 de la mañana, perfecto. Llamaría a Camila, a ella
siempre se le dio muy bien todo esto y seguro había regresado a España por las
vacaciones, por lo que tengo entendido Cami vendría a Corea cuando pudiese y
Alba había encontrado al amor de su vida allí en Alemania. Cami, tiempo después
también lo encontraría. La llamé y me explicó muy detalladamente cómo tenía que
hacerlo, se me hizo muy extraño hablar en castellano. No le pregunté si habían
llegado los regalos, porque sabía que no. Las echaba a todas mucho de menos, me
hubiese gustado que pasásemos las navidades juntas. Tras media hora saqué el
pavo y lo dejé en el micoondas para que se mantuviese calentito. Metí las
galletas con forma de arbolito en el horno y le bajé la temperatura. Lo
verdaderamente difícil llegaba ahora, hacer la tortilla. Había visto varias
veces a mi madre y abuela hacerlo, pero no lo tenía muy claro. Además las
heridas de mis dedos a causa de la costura me escocían con cualquier cosa.
Finalmente conseguí hacerla, aunque no salió como esperaba. Supuestamente las
tortillas de patatas eras gruesas y me salió como máximo como un dedo de
grosor, espero que por lo menos tuviera buen sabor. Bien, solo faltaba preparar
la mesa con todo lo necesario y arreglarme, tenía 15 minutos, ¿tiempo
suficiente? De repente sonó el timbre. Imposible. Fui rápidamente.
• Merry
Chritsmas.- eran ellas- Annyong.
• Annyong,
igualmente.
• ¿Qué haces
todavía así?- dijo mi unnie.
• Dee, no
tuve mucho tiempo, pensaba arreglarme en poner la mesa.
• Tranquila
ve a arreglarte, nosotras prepararemos la mesa. Por cierto BMS dijo que
llegaría un poquito más tarde - dijo SooRi
• ¿Jongmal?
Gomawo. Cuando entréis en el salón, no gritéis ¿arasseo?
• Dee, ¿por
qué íbamos a gritar?
Me
fui sin contestar riéndome. Antes de entrar en mi habitación escuché cómo
pegaban un enorme grito de sorpresa. Seguro que a ellas también les encantó el
piano. Entré a mi habitación, me miré en mi espejo. Primero me maquillaría y
peinaría. Utilizaria colores básicos, como negro para perfilar el ojo, y tonos
más claritos para darle algo de luz, así pegaría con cualquier cosa que me
pusiese. Como no disponía de mucho tiempo, tan solo me hice una trenza de
espiga que despeiné para darle un toque más informal. El resto de cabello que
se me soltó lo ricé con las planchas. Ahora faltaba pensar que me ponía. Aaah que difícil decisión. Me senté de un
bote en la cama enfadada y noté como aplastaba algo. Era una caja envuelta en
papel de regalo de navidad con un enorme lazo. Me entró curiosidad, ¿cómo no
había visto ese pedazo de caja? La abrí muy cuidadosamente. Dentro había papel
de color dorado y una nota. La cogí y abrí "Siento
no poder pasar contigo las navidades. Verdaderamente deseaba poder hacerlo,
pero no se ha dado el caso. El otro día en la tienda te vi cómo lo mirabas con
una cara muy triste. Espero que te guste mucho. Me hubiese gustado verte con él
puesto. Disfruta mucho hoy. Sarang, HyunJo.". Lo abrí rápidamente. ¿De
verdad? Dentro de aquellos hermosos papeles pude encontrar el vestido que tanto
deseaba comprar. Miré hacia el techo y sonreí con todo mi corazón. Intenté
contener las lágrimas para no estropear el poco maquillaje que me había puesto.
Me lo puse delicadamente y coloqué unos zapatos de tacón, por primera vez desde
que estaba en Seúl, en mis pies. Me miré en el espejo. Me sentía realmente
hermosa. Y pude comprobar, esta vez, sin ninguna duda, lo importante que era
para mí HyunJo. Escuché el timbre, ¿serían ellos?
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