CAPÍTULO 30: PREDICCIONES
¿HyunJo?
¿Así se llamaba? ¿Qué hacía aquí el joven de la foto? ¿Cómo había conseguido entrar?
¿Sería su novio? Entonces, ¿qué se suponía que era yo? Mejor aún, ¿qué narices
estaba haciendo? Agradecí que llegase en el momento clave, sino ambos podíamos
haber hecho algo de lo que nos arrepentiríamos. Había algo que no entendía.
Ella apenas llevaba aquí tres meses, ¿cómo es que ya tenía novio si lo era?
¿Por qué vivía con él? ¿Se conocerían de antes? Había tanto que desconocía de
ella. Me sentí mal, parecía enfadado. Me entró miedo.
•
Alex, ¿me vas a contestar?
•
¿Eh? Dee, estrenar el regalo que me hiciste.-
los miré.Definitivamente tenía que ser alguien importante para él. Comparado
con mi regalo...- Volví a componer una nueva canción con él.- me señaló. ¿Qué
hacía?
•
Ya veo. Siento mis modales, encantado de
conocerte, soy HyunJo, el propietario de la casa.- se acercó. Confirmado.
•
Dee, igualmente.-dije mientras ambos hacíamos
una reberencia.
•
Alex me ha hablado mucho de ti- ¿jinjja?- espero
que seas tan bueno como dice.- le acarició la cabeza.- Gracias por cuidar de
ella.- Entonces, ¿se lo había contado todo?
•
Dee.- dije con un hilo de voz- No te preocupes,
en la MS todos la apreciamos y cuidamos con mucho cariño.
•
Eso me ha contado varias veces, gracias por
cumplirle un sueño.- ¿qué acaba de decir?
•
¿Eh?
•
Siempre quiso ser compositora y parece que
gracias a ti cada día mejora más, conocer y entrar en la MS era un sueño muy
preciado por ella y conoceros también- parecía conocerla muy bien.- Gomsamida,
además...
•
¡HyunJo!- lo detuvo, ¿qué iba a decir? -Esto,
¿por qué volviste tan pronto?
•
Veo que la conoces muy bien, annyibnmida. Bueno
entonces yo me retiro ya, me deben de estar esperando.- no pintaba nada.
•
Dee, es mi mejor amiga. Cuídala cuando vuelva
algún día a la compañía. Annyeong.
Le
dirigí una mirada a modo de despido y me fui. Salí del apartamento y lo primero
que hice fue tocarme los labios y el corazón. Por alguna extraña razón no
sentía lo mismo que cuando veía a Alex con KiMin, ¿por qué? Gracias a todo lo
ocurrido, pude, de momento, aclarar, mi mente. Tenía que averiguar si HyunJo
era o no su novio, pero por lo pronto me mantendría al margen, era lo que me
hacía falta para darme cuenta de que no debía intentar nada. No debía influir
entre ellos. Al no sentir calor en el pecho pensé que se debía a que realmente
no sentía nada. Una pregunta vino a mi mente, ¿debía contárselo a KiMin? KiMin
era mi amigo. Pero cuando pensaba en él con Alex no me sentía bien, un nudo se
formaba en mi garganta. Fui caminando hasta casa, todos estarían ya durmiendo,
seguro. Iba, solo, por la calle, mirando el cielo cuando de repente...
• Caballero,
disculpe, se le ha caido esto.
• ¿Eh? Omo,
jinjja gomawo, no tendría que haberlo recogido usted.
• No se
preocupe, estoy bien, como me dijeron, aún no soy vieja.-se rió.
• Dee.- le
hice una reberencia.
• Joven, me
recuerda a otros dos jóvenes que vi no hace mucho, uno iba acompañando a una
mujer muy hermosa el otro creo que acaba de dejar a su novia en casa, no me gusta ser cotilla.- ¿serían KiBum y
JoonChae? - Le digo lo mismo que le dije a los dos, cuide bien de esa persona
especial.
• Eeh dee
• Seguro que
la propietaría del pañuelo se lo agradece.- ¿quién era esta anciana?- Estoy
segura de que algún día todos ustedes serán felices a su manera, aunque tengan
que pasar por muchos obstáculos.
• Dee, meli
keuliseumaseu (Feliz Navidad).
• Igualmente.-
me hizo una reberencia- Annyeong y recuerde lo que le dije.
Aquella
ancianita me dio miedo, aunque por otro lado me pareció muy encantadora y
hermosa. Las arrugas en sus ojos marcaban lo feliz que debió haber sido. Llegué
a casa dándole vueltas a lo que la anciana dijo, aunque no le presté demasiada
atención, tiempo después me arrepentiría. Entré sin apenas hacer ruido y, lo
esperado, la casa estaba en silencio, todos debían estar durmiendo. Con sumo
cuidado dejé en el pomo de la puerta de cada habitación correspondiente sus
respectivos muñequitos para que por la mañana al despertar los vieran. Seguro
que les encantaban. Lo difícil sería dar explicaciones de cómo los obtuve, pero
bueno. Entré a mi habitación y me puse mi pijama de patitos. Me tumbé en la cama,
estaba muerto. Además mañana teníamos la comida de la compañía, que suerte
tenía SaeByeong él no tenía que ir. Por lo menos fin de año lo pasaríamos solo
nosotros cinco, solos y en tranquilidad y con la única compañia de la botella
de licor y la play. Por no hablar de la entrevista en la radio del día 27, omo,
¿podría descansar? Cogí todas las mantas y me las eché por arriba, quería
desaparecer. Dejé el pañuelo donde siempre debió estar y de donde nunca debió
marcharse, lo miré por última vez, sonreí y apagué la luz
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