CAPÍTULO 38: UN PRIMER BESO INESPERADO (II)
Me
levanté sobre mi escritorio. ¿Qué hora era? Cogí el móvil, eran las 9. ¿Por qué
no me había sonado la alarma? La estación estaba a una media hora. Dios mío iba
a llegar tarde. Por suerte me dejé la ropa preparada. Me puse unos pantalones
granates pitillos. En la parte de arriba opté por ponerme un jersey de lana
beige que acompañé con una enorme bufanda negra que cubría todo mi cuello, a
juego con las converse que me puse. Esta vez me puse mi chanqueta de cuero
negra. Lo sé, lo sé, iba muy sencilla, pero para hacer turismo era lo más
cómodo. Me puse mis lentillas, aunque metí mis gafas en el bolso. Cepillé mi
cabello, eché un poco de rimel a mis pestallas y salí corriendo de casa. Oh
Dios, eran menos cinco y no iba ni por la mitad del camino. Llamé a mis amigas,
pero ninguna respondía, genial. Empecé a correr más rápido, seguro que me caía,
pero pude aguantar el ritmo. Llegué a y diez, pero no vi a nadie. ¿Se habían
marchado sin mí? Respiraba muy deprisa. Empecé a sudar muchísimo por la frente.
Busqué en mi enrome bolso y nada, tanto tamaño para no llevar ni siquiera
pañuelos. Me acerqué un poco más a la estación y vi cómo una mano me saudaba a
lo lejos, o eso creía. Me acerqué un poco más, achiné los ojos y creí ver a
KiJin. Me alegré de no verme sola y corrí hacia él. Me gustó la idea de que me
estuviese esperando, me sentí importante. Llegué y me puse enfrente de él.
Debía de llevar una buena apariencia, seguro, despeinada y toda sudada, en
definitiva, perfecta.
·
Annyeong.- dije avergonzada.
·
Annyeong Alex.- me miró a traves de sus gafas.
·
¿A-a-ú-n no han llegado los demás? -me costaba
respirar.
·
Anny, fui el primero. Mis compañeros estarán a
punto de venir, yo salí antes porque... mmm tenía que hacer unas cosas. ¿Por
qué estás tan fatigada? Estás toda sudada.
·
Arasseo, deee, es porque vine corriendo pensando
que llegaría tarde.- KiJin metió su mano en en su bolsillo y sacó un pañeulo.
·
No te muevas.- comenzó a limpiarme el sudor de
la frente, agache un poco la cabeza.- Te dije que no te movieras no me dejas
limpiarte. - continuó.
·
Go-o-omawo.- dije algo sonrojada.- Omo, es el
pañuelo que te regalé.- le sonreí.
·
D-e-e, siempre lo llevo conmigo, aunque ahora
creo que tendré que lavarlo.- me sonrió. ¿Y SSG? ¿No han venido contigo?
·
Anny, ¿waeo?- sonó mi teléfono.- Chakanman.- lo
cogí.- Es un mensaje de SooRi, dice: "Dongsaen, mian, no nos espereis,
anoche se nos complicaron las cosas y no pudimos ir a tu casa, y hoy, al final,
no vamos a poder ir, nos han adelantado los ensayos y no podemos faltar, por
tanto el resto de BMS tampoco, jinjja jinjja mianhae, no nos espereis".
·
Vaya, pues quedamos dos.- comenzó a jugar con
sus dedos.
Estupendísimo,
si ya me costaba de normal relacionarme con las personas, pues si estábamos
solos esto iba a ser un cachondeo. Agradecía que KiJin fuera tan extrovertido y
divertido. Si no fuera por él creo que tan solo habría silencio.
·
Bueno, no importa, la podemos ver nosotros,
¿ungetji?
·
Dee.-dije.- ¿Y adónde vamos? No conozco mucho
Seúl.
·
Mmm, había pensado en ir a
"Insa-dong", que está muy cerquita de aquí.
·
¿Insa-dong? ¿Qué es eso?
·
Está en el centro de la ciudad y se trata de un
conjunto de tiendas y restaurantes donde solo se venden artículos típicos
coreanos y prodecentes de Seúl.
·
¿Jinjja? Me encantaría ir, aprendería muchísima
cultura. Go, go, go.- lo cogí por el brazo. Miró su brazo.- Oh mian, me
emocioné.
·
Tranquila, no me ha molestado, es solo que no me
lo esperaba. Puedes dejar si quieres tu brazo.- ¿enserio?
·
¿Y no te prejudicaré? Me refiero a la prensa y
todo eso. No me gustaría meterte en un compromiso.- el corazón me iba muy
deprisa.
·
No creo que nadie me reconozca sin maquillaje.
Además llevo un gorro y gafas de sol, apenas se me ve la cara.
·
La verdad es que cuando te conocí por primera
vez ibas más o menos igual y no te reconocí, pero la cuestión es que luego no
hice más que darle vueltas, incluso te dibujé y no sabía quién era, pero tenía
la impresión de que te conocía.- comenzamos a caminar, me olvidé por completo
de lo del brazo.
·
¿Jinjja? No tenía ni idea, ¿y cómo supiste que
era yo?
·
Fue un día que tuviste una entrevista por la
tele y mi hermana vino a casa y cogió el dibujo y me dijo:"Omo, que bien
te quedó el dibujo de KiJin" y partir de ahi empecé a pensar y momentos
después salías tú por la tele sujetando mi pañuelo, así lo descubrí.
·
Yo quiero ver ese dibujo.-me miró.- Ya veo. Yo
recuerdo que cuándo vi a tu hermana pensé que era una persona muy parecida,
pero a la vez muy distinta, a aquella con la que me choqué. Mian por quedarme
con tu pañuelo.
·
Anny, me gustó saber que al menos la persona a
la que tanto admiraba era quien lo estaba utilizando.
·
Go-o-omawo.
Llegamos
a Insa-dong. Todo era muy hermoso. Numerosos puestecitos llenaban las calles.
Sentía que entraba en una Corea totalmente distinta. Me sentía cómo una niña
pequeña con un montón de caramelos. Me emocioné, estaba viviendo un hermoso
sueño.
·
¿Johahae?
·
Deee, jinjja jinjja joha.
·
¿Por dónde quieres comenzar?
·
Mmm, podríamos ir primero a ver los puestecitos
de arte y antigüedades y luego hacer una ronda por los de comida.
·
Arasseo, hoy mandas tú.
Comenzamos
por el principio, vimos uno a uno todos los puestos, mientras KiJin me
explicaba el significado de cada figurita que me gustaba. También vimos
numerosos amuletos. Mientras los miraba con mucho detenimiento hubo uno que me
llamó la atención, llevaba escrita una palabra que hasta el momento no había
escuchado, ni tampoco conocía su significado, los caracteres no me coincidían,
no tenía sentido lo que leía. Era como todos los demás, como una especie de
bolsita hecha con tela, pero esta en especial era muy hermosa resaltaba su
color perla. Ambos fuimos a coger la misma, nuestras manos se rozaron, nos
miramos.
·
Mianhae, ¿querías cogerlo?- me dijo.
·
Anny, si te gusta a ti también cógelo tú.
·
¿Joha?
·
Dee, me gustó mucho el color y lo que llevaba
escrito, aunque no sepa lo que significa, pero era cómo si me llamase.
·
Dee, el color perla es muy hermoso, ¿molla?-
afirmé- ¿Jinjja? Si lleva una frase que tú misma me dijiste hace algún tiempo.
·
¿Jongmal? Imposible.
·
Dee, dice: "Solo la verdadera
música...", está inacabado.
·
No puede ser que diga eso. Yo sé escribirlo y
así no se escribe.
·
¿Cómo que no? Lee.- Me lo mostró.
·
Ah, pues sí, lo había leído al revés, merong.
·
Babooo.- me pellizcó la mejilla suavemente
mientras sonreía.
·
Es una pena que no esté la otra mitad, me
gustaría saber cómo acaba.
·
Dee, es una lástima. Entonces, ¿vas a comprarlo?
·
Kurse, sí me gusta mucho, y siento que debo
tenerlo, pero si tú también lo quieres....
·
Por mí no te preocupes.
·
Pero tú también fuiste a cogerlo.
·
No se preocupen si buscan la otra mitad yo la
tengo.- dijo de repente el dependiente.
·
Oh, Ajusshi, lamento que estemos molestando al
resto de clientes.- se disculpó.
·
Anny, no molestan. ¿Quieren que les enseñe la
otra mitad?
·
Dee, jebal.- dije.
·
Aqui lo tiene.- se lo dio.
·
¿Qué dice? ¿Qué dice? ¿Qué?- pregunté ansiosa.
·
Te lo leo entero: "Solo la verdadera
música..., es la que llega a los corazones".
·
¡Lo quiero!- dijimos a la vez. Nos miramos.
·
Esto..., iko quédatelos tú.- me dijo.
·
Anny, si para ti son importantes, a mi no me
importa, quédatelos tú. Sé que esa oración es muy significativa para ti.-puse
ambos amuletos en sus manos.
·
Hajiman...
·
Gwenchanha, por lo menos sé que tú los
utilizarás bien.- le sonreí, aunque en verdad quería los amuletos.
·
¿Se decidieron? ¿Le va a comprar el amuleto a su
yeoja chingu?
·
¿Eh?-dijo. Me puse roja y KiJin dejó de sacar
las momedas de la cartera.
·
Dee, claro, para quedarse cada uno con una
mitad.
·
¿Eh?-parecía nervioso.- Dee, deee.- El ajusshi
recogió el dinero y nos los dio.
·
Gamsamida, espero que les traiga mucha fortuna y
prosperisad y sigan siendo muy felices. Son una hermosa y curiosa pareja.
·
De-e-e, gomawo.-dijimos. Nos despedimos y nos
fuimos.
·
Caminamos hasta un banco donde nos sentamos.
·
Iko, ¿cuál quieres?- me dijo.
·
Annyo, elige tú.
·
Arasseo. Mmm- silencio.- El primero.
·
Araji, pues entonces yo el segundo. No había
pensado qué cada uno se quedase con una parte.
·
Dee, yo tampoco.- me lo dio.- Ajusshi tuvo una
gran idea.
·
Dee, así cada uno llevará una parte del otro.-
me miró.- Quiero decir que así cada uno tendrá una parte del amuleto y una
parte de su significado.- Buena salida.
·
Aaah, deee.- dijo apresurado.
Después
continuamos viendo los distintos puestos, había de todo tipo, de bisutería, de
figuritas, de máscaras con las que jugamos y nos hicimos varias fotos. A veces
podía a llegar a ser muy infantil. Me gustaba, no me hacía sentir tanto la gran
diferencia de edad. Cuando estaba con KiJin me sentía muy cómoda, como si nos
conociéramos desde hace tiempo, y tan solo llevaba 4 meses en corea. Me
sorprendió que me tratase como a una más, como si me tuviese mucha confianza.
Se estaba aproximando la hora de comer, así que decidimos comenzar a mirar los
puestos de comida. Fuimos picoteando, y pagando, en los distintos puestos.
Nunca había provado esa serie de comidas, formaba hermosos y explosivos sabores
en mi paladar. Llegamos a uno de nubes de colores caseras.
·
Wow, nunca vi cómo se hacían.- dije muy
ilusionada.
·
¿Jinjja?- asentí- Gidaryeo.- cogió una nube
blanca.- Di "aaah".
·
"Aaah".- me alimentó. Me dio un poco
de vergüenza.
·
¿Joha?
·
Mashita. Se deshace en la boca como si fuera
algodón, es muy suave. Gomawo.- me acarició la cabeza.
·
Dee, ¿continuamos?
·
Dee, ¿pero en qué puesto comemos? Es que tanto
picotear me ha abierto el apetito.
·
¿Ramen johaheyo?
·
Dee.- dije con mucho énfasis.
·
Decidido entonces. - bien, algo barato.
Fuimos
hasta el puesto de ramen, lo pedimos y nos sentamos en una de las mesitas.
Genial, ya me costaba de normal comermelos con tenedor pues con los palillos
iba apañada. Los separé muy lentamente con cuidado de no romperlos, pero no
sirvió de nada, uno de ellos acabó más largo que el otro. KiJin ya había
comenzado a comer.
·
Omo, eso da mala suerte. Hoy no va a ser un gran
dia para ti- me miró riendo.
·
Dee, no se me da muy bien separarlos.-
continuaba comiendo.- gracias
·
Mogo (come) que se te va a enfriar.- le asentí.
Bien,
ahi iba a intentar no hacer el ridículo y comer con un poco de dignidad.
Introduje los palillos en los fideos. Hasta el momento todo iba bien, ahora
solo tenía que sacarlos con cuidado y con algo de comida por favor. Los
levanté, increible, sujetaban comida, la sujetaba. Fui a metermelos en la boca
cuando sin más se cayeron de nuevo al tazón junto con los demás y mi dignidad,
salpicándonos a ambos.
·
¿Gwenchanha?
·
Dee.-dije.
·
¿Sigues sin poder utilizar los palillos?
·
Dee.- miré hacia el suelo.
·
Gidaryeochi.- ni lo miré.
Sin
darme cuenta, KiJin se levantó de su asiento y lo puso junto a mí, sentándose.
Vi de reojo cómo cogía mis palillos y los introducía en la sopa. Levantó los
fideos y los escurrió.
·
Iko.-dijo.
Me
giré muy bruscamente a causa del susto. La cara de KiJin parecía una novela,
parecia muy sorprendido y desorientado. Su rostro estaba a muy escasos
centímetros del mio. Podía notar su respiración, por tanto él también. Nunca lo
había tenido tan cerca en su totalidad, ni aquella vez junto al piano. Me
sofoqué y me puse nerviosa. Quería abrazarlo, tenerlo más próximo a mí. Levantó
un brazo que se acercó a mi cara. ¿Qué iba a hacer? La aproximó cada vez más,
la mano y su cara. No sabía qué hacer, cerré mis ojos.
·
¿Qué estas haciendo? ¿No piensas abrir la boca?-
dijo mientras me pellizcaba.- Tus fideos se enfrian.
·
¿Eh? Dee.- la abrí y delicadamente me alimentó.
·
¿Quieres que te enseñe a utilizarlos?
·
¿Jongmal?- me asintió.- Dee.
Se
acercó un poco más, ¿acaso podía? Ladeo su cuerpo para quedar por detrás de mí.
Cogío mi mano derecha junto con la suya para que ambos cogiéramos juntos los
palillos. ¿Qué no entendía KiJin de la distancia? Si a un metro el corazón iba
a 1000, a meros centímetros... Notaba su respiración y dulce voz en el cuello
que me subía como un escalofrio. Además el tacto de sus manos me ponía mucho
más nerviosa, ¿cómo podía estar él como si nada? Es verdad, para él solo era
una buena amiga, no tenía por qué sentirse incómodo, mientras, yo disfrutaba.
·
¿Arachi? Tienes que cogerlos como te mostré.- se
apartó.
·
¿Eh?- desperté.- Dee sir.- Lo intenté y para mi
sorpresa funcionó.- ¡Lo conseguí! Mira KiJin, lo conseguí.
·
Aplaussu.- ambos
reímos.
Terminamos
de comer el ramen. Creo que nunca me supo también como hasta entonces. Lo había
comprobado, ver comer a los asiáticos y hablar al mismo tiempo no era una cosa
agradable, pero ya estaba acostumbrada después de tanto dorama. KiJin parecía
no haber comido en años.
·
KiJin- me miró.- ¿Gwenchanha? Pareces hambriento.
·
Dee, gwenchanha, es solo que no suelo comer este
tipode comidas, tengo que seguir siempre las dietas, así que hoy estoy aprovechando
para abastecerme.
·
Aaah, ya veo, por mí no te preocupes, come todo
lo que quieras. Tenemos tiempo.- le sonreí.
·
Gomawo, pero ya estoy terminando.
·
Dee, mientras, podemos pensar qué hacer.
·
Dee, ¿qué te gustaría visitar o hacer?
·
Esto..., no sé si querrás, pero...
·
Dime.
·
Si no quieres no pasa nada, lo entendería, eres
una persona ocupada y además tampoco deberías dejarte ver con alguien como yo,
pero...
·
¿Eh? Me estás asustando. Yo decidiré si tengo o
no tiempo y con quien quiero o debo juntarme, nunca me preocupó lo que los
demás pudiesen pensar. Hoy simplemente soy Choi KiJin.
·
Dee, gomawo. Pues...- me daba vergüenza, no sabía
cómo decirlo.- la verdad es que me hace mucha ilusión- me miró- ver un musical,
y la verdad es que tengo unas entradas para hoy a la tarde, y no tengo con
quien ir y, eso, me preguntaba si querrías ir conmigo.- jugaba con mis dedos.
·
Esto.- puso una cara extraña. Silencio- ¡Me
encantaría!- me sonrió.
·
¿Jinjja? Pensé que no querrías. Gomawo jinjja
jinjja gomawo.
·
¿Weao? No hay ninguna razón para decir que no.
·
El musical comienza a las seis, tenemos mucho
tiempo hasta entonces, así que decide que vamos a hacer hasta entonces. Algo
que te haga ilusión.
·
Pues la verdad, me gustaría ir Lotte World.
·
¿Qué es?
·
Es una especie de parque que se compone por
distintas franjas. Cada una hace referencia a un lugar del mundo, además en el
centro hay una hermosa pista de patinaje.
·
Wow, parece hermoso, pero ¿y eso que quieres ir?
¿No has ido nunca?
·
Si fui alguna vez, junto con mis compañeros.
Pero....- una ligera sonrisa apareció en su rostro.- quería ir contigo a la
zona de España para aprender más sobre ti y tu país.- rió.
·
G-o-o-o-ma-wo.- seguro me sonrojé.- Pues
entonces vamos.- dije muy feliz.
KiJin
terminó de comer y juntos recogimos la mesa. Que persona tan hermosa era. Era
tan bueno, tan amable. Me parecía un sueño estar pasando el día con él.
Seguimos hablando y riendo de camino a Lotte World, era imposible estar triste
a su lado. ¿Cómo podía habérseme pasado desapercibido Lotte World si era
enorme? ¿Enserio vivíamos en la misma ciudad? Cuan ignorante era. Llegamos a la
entrada y un guardia nos atendió.
·
Dos entrada, jebal.- dijo KiJin.
·
Son 35.000 won cada una.
¿Qué
acaba de decir? ¿Era una broma? ¿Estaban todos locos? ¿Pero que llevaban? ¿Oro?
No disponía de ese dinero. Joo, me hacía muchísima ilución, pero no podía
permitirme algo tan caro.
·
Deee.- dijo.Lo cogí del brazo.
·
KiJin, no puedo pagarla, no dispongo de tanto
dinero.
·
No te preocupes, yo te la compro.
·
Anny, eso es abusar.
·
Anny, quiero comprártela. De verdad que me hacía
ilusión venir contigo, esto, además, tú me vas a invitar al musical, uno por el
otro.
·
Hajiman....
·
Hajiman nada, choki (disculpe), deme dos
entradas.
·
Dee, aqui tiene señor, disfruten.
·
Gamsamida.
KiJin
empujó de mí para que entrase. No me gustaba depender de las personas, ante
todo era una mujer independiente y fuerte. Pero sabía qué si no aceptaba me
arrepentiría el resto de mi vida. Entramos. Todo en su interior era
hermosísimo. Se podía ver en el centro la enorme pista de hielo, que más tarde
visitaríamos. Parecía cómo si estuviese entrando en distintos lugares del
mundo. Teniamos que encontrar España, no creo que fuera difícil, era mi propio
país. Nos pusimos a buscar, pasó casi una hora y no lo encontrábamos, aquello
era enorme. Ya eran casi las 5, el musical empezaba a las seis, teniamos que
darnos prisa.
·
Recuerdo que la última vez que vine estaba por
aqui.
·
No pasa nada, podemos buscarlo, solo tenemos que
encontrar una bandera con tres rayas horizontales, dos rojas y una amarilla.
·
¿Jinjja?- parecía sorprendido.
·
Deee, ¿wea?
·
Vi esa bandera hace como más de media hora.
·
¡¿Jeogmal!? No me lo puedo creer.
·
Mian, no sabía que esa era la bandera que
buscábamos.
·
Eres único, ¿conoces algo de España a parte de a
mí?- iba a responder.- Pero que digo si te fuiste junto con KiBum y JongDong a
Barcelona, ¿cómo es que no te acordabas de la bandera?
·
Omo, es verdad, no había caído, por eso me
sonaba tanto, mian- hizo una señal de disculpa mientras se reía.
·
Babooo- dije mientra le daba golpecitos en la
espalda.- Al menos te acordarás de dónde estaba ¿no?
·
Deee, no muy lejos, tenemos que ir hacia la
derecha.
·
Ar-a-asseo.- me empujó sin quere un hombre.
KiJin me cogió entre sus brazos.
·
¿Gwenchanha?
·
De-e-e, gomawo.
Los
brazos de KiJin eran anchos y fuertes. También eran cálidos. Gracias hombre
desconocido por empujarme, gracias.
·
Las personas deberían de tener más cuidado al
caminar.- dijo mientras me separaba.
·
Deee, de nuevo gomawo.
·
Tienes que tener más cuidado.- me acarició la
cabeza. Parecía su hermanita pequeña.
·
Deee, "appa".
·
¿Appa? Tampoco soy tan mayor, tan solo son 7
años la diferencia, como mucho puedo ser tu "oppa".
·
Dee, iba a decirte oppa- comenzamos a andar.-
pero es que no me sale natural. Desde los 15 años siempre me decía que si
alguna vez os conocía nunca os llamaría oppa, no me acuerdo por qué, pero ahora
no puedo llamar a nadie oppa, ni siquiera a KiMin.
·
Ya veo, la verdad es que a mi tampoco me sale
natural decirte dongsaeng, mejor así, solo por nuestros nombres.- me sonrió.
·
Deee.
Llegamos
a la zona de España. Genial, me encantó encontrarme con un enorme cartel que
decía: "Lo sentimos, estamos en reforma, próxima avertura el 15 de enero,
disculpen las molestias". Estupendo para algo que voy a hacer con KiJin y
está cerrado, ¿será el destino?
·
No me lo puedo creer, que mala suerte.- dije.
·
Dee, de verdad quería verlo.
·
Desde luego este no es mi día, dichosos
palillos.
·
No pasa nada, en dos semanas volverá a estar
abierto, podemos volver.
·
Pues empezaré a ahorrar ya.
·
¡Fighting!- reímos
·
¿Y qué hacemos ahora? Para el musical aun queda
aproximadamente una hora, y el teatro está justo aqui al lado.
·
Dee, es verdad. Pues si quieres podemos bajar a
la planta baja e ir a la pista de hielo, aunque no se me da demasiado bien
patinar.
·
¡Deee! Estaría muy bien. A mí tampoco se me da
muy bien, no pasa nada. ¿Bajar? ¿Por el ascensor?
·
Dee, ¿weao?
·
Esto...., no me gustan mucho los ascensores de
los establecimientos, van muy deprisa..., me dan miedo.
·
Aigooo, yeppone, jajajajaja.- inflé mis
mofletes.- Entonces, ¿deberíamos de bajar por las escaleras?- dijo mientra me
los chafaba.
·
Deee.- sonreí.
Bajamos
tranquilamente por las escaleras hasta que KiJin se tropezó con sus propias
piernas y estuvo a punto de caer. Era único. Intenté aguantarme la risa, pero
al verlo reir no pude evitarlo y acabé llorando. Llegamos a la pista y nos
dieron nuestros patines. Allí dentro hacía frío. KiJin destacaba con las gafas
de sol. Me puse los patines rápidamente, mientras me quedé mirando a KiJin. No entendía
cómo no lo pude reconocer, me sentí mal, pero por lo que se veía las personas
tampoco lo habían reconocido. De repente me miró y me dedicó la más dulce de
las sonrisas, además de un salido. Comencé a tener calor, me sentía derretir.
·
Ya estoy listo.
·
¿Ikuze (vamos)?
·
¿También sabes japonés?
·
Dee, un poco.- dije juntanto dos dedos.
·
Kawaii (bonita), ikou.
KiJin
entró primero y me ayudó a pasar de un lado a otro. Por favor que no me cayese,
no quería hacer el ridículo. Entré al hielo con mucho cuidado. Comenzamos
patinando por la barra, lentamente, me aburría. Prefería patinar por el centro
y reirme.
·
KiJin, ¿y si patinamos por el centro?
·
No estoy seguro.
·
Veeeengaaa.
·
Arasseo, pero no te vayas muy lejos.
·
Dee, dame las manos.- me la cogió, no me lo
esperaba.- Patinemos juntos.
Comenzamos
a patinar tomados de las manos. Me sentía estupenda, se me olvidó que estábamos
rodeados de más personas, yo solo veía a KiJin a mi lado. El cual empezó a
patinar más rápido, ¿no era que no sabía? y se soltó de mi mano. Se puso
delante de mí y comenzó a bailar uno de los bailes de BMS. Comencé a reirme
como una loca y me puse a su lado a bailarla también, mi timidez se me olvidó,
pero como no, KiJin se tropezó y se cayó, tirándome a mí también. Me hice algo
de daño en el tobillo pero no dije nada. Reímos.
·
¿Gwenchanha?- preguntamos.
·
Dee, mianhae, no pretendía tirarte.
·
Dee, gwenchanha, fue divertido.- me ayudó a
levantarme.
·
Omo, son casi las 6 ya.
·
¿Jinjja?- me afirmó.- Pues tenemos que darnos
prisa.
Salimos
de la pista de patinaje lo más rápido que pudimos, cuando quería era muy veloz.
Nos quitamos los patines. Me miré el tobillo, llevaba una herida y un moratón,
esperaba que los zapatos no me rozaran. Menuda vergüenza íbamos a pasar en el
musical, esperábamos que nuestras ropas se secaran un poco. Salimos del
establecimiento y pusimos rumbo al teatro. Llegamos a las 6 en punto. En la
puerta un encargado nos pidió las entradas. Sorpendentemente, no las había
perdido. Se las entregué y nos indicó el camino. Todo estaba muy oscuro, apenas
se veía nada, y encima las lentillas se me estaban comenzando a secar. Seguro
que me tropezaba con alguna butaca montando un papelón. De repente KiJin cogió
mi mano y me guió. Me pellizqué. Estaba soñando, no podía ser de verdad.
Llegamos hasta nuestros asientos y nos sentamos. Poco después el espectáculo
comenzó.
Ahora
tocaba hora y media de buena música y silencio. Durante numerosas veces miré de
reojo a KiJin, tenía la tentación de apoyar mi cabeza en su hombro, pero no
había que ser codiciosa, con lo que tenía era suficiente. Analicé todo lo
sucedido y más tenía la sensación de que KiJin me veía como a una hermana
menos, bueno, algo era algo. Durante la última canción cerré mis ojos, me
pareció muy hermosa, recuerdo notar caer las lágrimas por mis mejillas,
verdaderamente le ponían mucho corazón. Me alegraba de haber compartido ese
hermoso momento junto a él. Cuando terminó el musical salimos de los últimos de
la sala, y para nuestra sorpresa estaba lloviendo, pero ¿cómo? Si hacía un día
precioso. Dichosos palillos.
·
¿Ottokhae?- dije.
·
¿No trajiste paragüas?
·
Dee, ¿ojjoji? Son casi las 8 y tengo que volver
a casa, porque no llevo llaves y a esa hora HyunJo había quedado.
·
¿Jinjja? Podemos intentar conseguir un taxi,
aunque creo que será difícil.
·
Y tampoco podría pagarlo, aigoo.
·
Yo creo que llegaríamos antes andando.
·
¿Con la que está cayendo?
·
Dee, ¿por qué no? Si no llegas antes de las 8 te
vas a quedar fuera y te vas a mojar igual, por lo menos mójate para saber que
después estarás calentita en casa.
·
Araji, aunque no lo veo muy claro.
·
¿Cómo que no?- Tiró de mí. Sentí la lluvia caer
sobre mi piel.
·
¡KiJin!
·
¿Weao?
·
Te voy a matar.
·
Eso si consigues atraparme.
Comenzó
a correr en dirección de mi casa y yo lo perseguía por detrás, gritándo que se
detuviese, pero, evidentemente, no me obedecía. En el fondo me lo estaba
pasando muy bien, pero el tobillo ya comenzaba a dolerme, aún así continué.
KiJin parecía divertirse también, ¿pero no se supone que no tenía resistencia?
Notaba mucho frio por el cuerpo y mi tobillo ya no podía más, caí. KiJin al
verme retrocedió rápidamente.
·
¿Gwenchanha? ¿Qué ha pasado?
·
Gwenchanha, tan solo me lastimé un poco el
tobillo mientras patinábamos.
·
¿Jinjja? ¿Y por qué no me lo dijiste antes?
¿Baboya? Déjame verlo.- me levantó el pantalón.- Omo, está bastante hinchado,
¿crees que podrás andar?
·
Mian, no quería molestarte más. Molla.
·
A ver, vamós a probar.- me ayudó a ponerme en
pie. Entre el frio, la lluvia, y el tobillo se me hacía difícil moverme.
·
Mianhae, lo intento, pero me cuesta mucho.
·
Arasseo, esto no funciona.- se agachó.- sube, yo
te llevaré.
·
¿Jongmal? ¿No seré muy pesada?
·
Annyo, sube.- cogió mis brazos y me subió a
coscoletas.
·
Gomawo.- dije mientras hundía mi rostro en su
espalda.
El
trayecto hasta casa fue tranquilo, apenas hablamos, yo tenía demasiado frío y
el debería de estar aguantándolo para poder cargar conmigo. Debimos tomar un
taxi. Me sentí fatal. Lo notaba tiritar, quería llorar, lo abracé con más
fuerza para darle algo de calor. Llegamos a en frente de mi casa y me bajó.
·
Mianhae.- comencé a llorar, aunque no se notaba
por la lluvia.
·
¿Waeo?
·
Por mi culpa has tenido que cargar conmigo y
además has pasado mucho frio.
·
Annyo, gwenchanha, además te lastimaste por mi
culpa.
·
Hajiman... ¿y si erfermas por esto? Si te pasase
algo por mi culpa, creo que no lo podría soportar. Solo te causo problemas.-
agaché mi cabeza.
·
Alex..., annyo. No me has causado ningún
problema.- me levantó la cabeza.- al contrario hoy disfruté mucho. Gracias por
hacerme sentir como una persona normal de nuevo, hoy volví a ser yo.- se
acercó.- gomawo. Comencé a llorar con más fuerza y no pude evitar abrazarlo.
·
Jinjja jinjja gomawo. Gomawo por cumplirme un
sueño. Y mianhae.- se quedó inmóvil. Cuando me di cuenta de la situación, me
aparté.- mianhae, no quería...
Nos
miramos. Me escocían los ojos, seguramente los tendría bastante irritados a
causa de la lluvia, las lágrimas y las lentillas. No me había dado cuenta de
que KiJin ya no llevaba las gafas, podía ver sus hermosos y sinceros ojos,
donde se reflejaba la luna. De nuestras bocas salía humo, ambos debíamos de
esatr helados. KiJin se aproximó. No me moví. Tan solo mantuve mi mirada fija
en él. Nunca lo había visto tan serio, me miraba fijamente, me dio miedo. Se
aproximó un poco más, ya podía notar su agitada respiración, ¿notaría él la
mía? Deseaba tenerlo más cerca, más próximo, más mío y sentir su calor y sus
manos tocándo mi cuerpo. ¿Pero qué estaba pensando? Tragué la saliva, estaba
nerviosa, quería moverme pero el frío me lo impedia. KiJin levantó un brazo y
lo fue aproximando dulcemente hacia mi cara de donde aparto algunos de mis
cabellos muy delicadamente. Dejó su mano posada en mi mejilla. Levanté con
mucho esfuerzo mi mano y la coloqué sobre la suya. Comenzó a acercar su cara a
la mía, tuve que bajar mi mirada. Siguó apróximandose. ¿Ottokhae? Alcé mi
mirada y me encontré con la de KiJin, vi mucha ternura, ¿qué iba a hacer?
Sentía su cálido aliento. Sus cortados labios quedaron a escasos centímetros de
los míos.
·
Alex...- susurró.
Colocó su
otra mano alrededor de mi cintura, me acercó más todavía hacía él, fundiendo
sus labios con los míos en un duradero, dulce, esperado y cálido beso.
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