domingo, 2 de julio de 2017

Rozando el cielo

CAPÍTULO 28: REGALOS CON SORPRESA

SooRi y JoonChae se levantaron y salieron del salón riéndose. SooRi se dirijía hacía la cocina, para coger su bolso y buscar alguna toallita para limpiarse la poca sopa que se le había derramado. Mientras tanto JoonChae, parecía dirigirse al baño, para poder limpiarse la camisa. Por suerte era negra y la sopa no destacaba, pero el olor sí. La cocina y el baño eran habitaciones consecutivas, así que ambos recorrían el mismo camino. SooRi entró en la cocina y JoonChae al excusado. Las cosas de SooRi estabán sobre la mesa. Abrió su enorme bolso y cogió algunas toallitas que tenía, aunque fuesen desmaquillantes y se las pasó por el cuerpo y la parte superior del mismo. ¿Cómo he podido tirarle la sopa encima?, pensó. Aigoo, ¿qué imagen voy a dejar?, continuó. También buscó la colonia que siempre llevaba con ella y se roció  para disimular el aroma de la sopa de algas. Mientras tanto JoonChae hizo lo que pudo con el agua del baño. La mancha se disimulaba, pero el olor, se había penetrado. JoonChae no sabía qué hacer, no quería apestar durante toda la noche a algas. Por lo menos tendría una anécdota que recordar. Vio que en el baño había perfume de hombre, ¿por qué? ¿Vive alguien más aquí?, pensó. Tuvo la tentación de cogerlo y utilizarlo, pero no lo hizo, sabía que no era correcto. Salió del servicio y vio que la luz de la cocina todavía continuaba encecida. Seguramente SooRi continuaba allí. Entró.
       Annyong, ¿aún sigues aquí?
       Dee.- dijo SooRi mientras se pasaba una toallita por el descote. JoonChae bajó la mirada.- Vaya, la mancha casi no se te nota.
       Dee se disimula con el negro, pero el olor…
       ¿Jinjja? A ver, déjame oler.- Se acercó.- Bueno... solo un poquito.
       ¿Un poquito? Si voy dejando el rastro.
       Jinjja mianhae, de verdad que no fue mi intención que se cayera justo en ti.
       Arasseo, no te preocupes.
       Oh, tengo colonia.-la miró.- Es verdad, es de mujer, olvida lo que dije.
       Está bien.
       ¿El qué?
       Dame la colonia.- dijo poniéndole la mano.
       ¿Jongmal?- dijo sorprendida.
       Prefiero oler a mujer que a algas.- se la dio.
       Como yo también la llevo no sabrán si viene de ti o de mí.- le asintió.- Por cierto JoonChae, esto, ¿recuerdas cuando nos encontramos en la tiendecita del centro?
       Dee, ¿cuándo le compramos los regalos a KiBum y Nera?
       Dee, pues verás.- sacó dos grandes bolsas de su bolso.- Merry Chritmas, JoonChae.
       ¿Para mí? ¿Waeo? Gomawo.
       Dee, pero ábrelo, apale, apale.
       Dee.
JoonChae abrió con una enorme sonrisa la primera bolsa. Dentro había una caja envuelta en papel de regalo rojo, con un elegante lazo color dorado. Primero lo deshizo y después rompió el papel hasta encontrar la caja. Parecía confuso, como si no se esperase eso. La abrió. Dentro pudo encontrar unas vans altas blancas y negras. Vans que el deseaba mucho. Al verlas sonrió, pero no dijo nada. Cogió la otra bolsa. Esta la abrió con más cariño. Tras desempaquetarlo vio, un enorme, pero precioso y suave dinosaurio de peluche. Lo miró detenidamente, era de color rojo y llevaba una camiseta negra con el nombre del grupo, BMS y una foto de todos ellos abrazánsose impresa. Lo acarició, le pareció muy tierno el detalle. Lo abrazó contra él y pudo sentir el dulce aroma de SooRi.
       SooRi...jinjja gomawo, no sé que decirte. ¿Cómo sabías qué las quería?
       Cuando estuvimos comprando los regalos, vi cómo las mirabas y me dije, ¿por qué no? Y supuse que el dinosaurio te haría mucha ilusión...
No terminó la oración cuando JoonChae se levantó y la abrazó muy dulcemente poniendo una de sus manos en su cabecita y la otra en su espalda para acercarla a él. SooRi se sorprendió, no se lo esperaba. Como tampoco se esperaría lo que horas más tarde experimentaria. JoonChae acarició su cabeza muy tiernamente. A SooRi se le aceleró el corazón, tenía miedo de que JoonChae puediera notarlo. Sin embargo, se encontraba muy agusto entre sus brazos, notando su calidez. Cuando pudo reaccionar, alzó sus brazos para poder abrazarlo. SooRi se encontraba flotando en una nube. JoonChae, como la primera vez, jugueteó con sus tirabuzones.
       Gomawo, jinjja gomawo. Es el mejor regalo que podían haberme dado.
       D-e-e, me alegro que te haya gustado.
       Gracias por saber lo que realmente quería tener por navidad.- SooRi no lo interpretó bien, el quiso decir que lo que necesitaba era a una amiga con la que disfrutar y poder hablar, cosa que descubría más tarde.
       Dee, deberíamos volver. Estarán diciendo, "¿qué estarán haciendo? ¿Por qué tardan tanto?".
       Dee, seguramente.
Muy felices salieron de la cocina y entraron como si nada hubiese sucedido al salón.
JoonChae y SooRi salieron del apartamento, un tanto alborotados y con prisas.
       JoonChae, apale. Tenemos que alcanzar a KiBum y NeRa, no quiero que pase frío estando enferma.
       Dee, ya voy. ¿Crees que estarán bien?
       ¿Quiénes? ¿Ellos? Hombre yo supongo que KiBum sabrá cuidarla.
       No me refiero a eso, lo daba por hecho, sino a que si habrán hecho las paces o no.
       Aah, pues no sé. Si no es KiBum quien da la iniciativa, no sé si NeRa lo hará. Hombre yo creo que algo hemos ayudado ¿no?
       No sé.
       No ha salido como esperábamos pero por lo menos se dijeron "lo siento". No pensé que la empujaría tan fuerte.
       Dee, pero fue muy divertido, hiciste un buen trabajo.- le acarició la cabeza.- Espero que de verdad haya ido bien, no me gustaría volver a ver a KiBum tan decaído y ausente.
       Dee, a mí tampoco me gustó ver a NeRa llorar.
       Dee, hicimos lo correcto, somos unos buenos amigos y un gran equipo.- se chocaron los puños, al hacerlo se le cayeron las llaves a SooRi.
       Gidaryeo, se me cayeron al suelo, tengo que recogerlas.
       Aigoo, no te preocupes, yo te las recojo.-se agachó.
       No, de verdad, no hace falta.-dijo sobresaltada.
       SooRi.- la miró.- estas llaves son de un garaje.
       ¿Jinjja?- dijo rápidamente y nerviosa.
       Dee, ¿Cómo has podido confundirlas?
       Kurse, son muy parecidas a las de NeRa.- dijo mientras apretaba las llaves que llevaba en su bolsillo. SooRi sabía que NeRa se había llevado sus llaves.
       Entonces NeRa ¿sí se llevó las llaves?
       Kurse.- no sabía qué decirle.- Bueno ya que estamos llegando vamos a comprobarlo y así me quedo más tranquila, ¿araji?
       Dee, arasseo.
SooRi se levantó, JoonChae continuaba acumclillado cuando cogió su brazo.
       SooRi, gidaryeo.
       ¿Waeo? ¿Qué pasa?
       Nada es solo que..., esto, cierra tus ojos.
       ¿Wae?
       Tú solo ciérralos.
       Arraseo.-dijo de mala gana.
JoonChae se colocó detras de ella. Metió la mano en su bolsillo y sacó un colgante. Tenía forma rectagular y en él estaba grabado, "Fighting, recuerda que puedes con todo, ante cualquier obstáculo sonrie siempre". Delicadamente, JoonChae, apartó el cabello de SooRi de su nuca. SooRi notaba su respiración y la puso muy nerviosa y comenzó a notar calor en sus mejillas.  JoonChae, pasando sus manos le puso dulcemente el colgante en su cuello. Cuando terminó le digo al oído:
       Ya puedes abrirlos.-eso hizo. Automáticamente SooRi tocó su cuello.
       Omo, JoonChae...  es precioso.-lo cogió.
       Merry Chritmas, quería dártelo antes, pero no encontré el momento.- dijo algo avergonzado.
       Jinjja jinjja gomawo, es perfecto, incluso lo que está escrito.-le tembló la voz.
       Este collar, fue con el que debuté y el que siempre he llevado conmigo en todos los conciertos, puede que no puesto, pero sí conmigo.
       Entonces te lo devuelvo.-se lo desabrochó.- No puedo aceptarlo, es muy importante para ti.
       Es más importante ahora que lo uses tú, así siempre que te sientas sin fuerzas y creas que vas a caer tendrás una parte de mí que te dará las fuerzas necesarias para continuar.- se lo volvió a colocar.
       JoonChae...- comenzó a llorar.- Gomawo...
       ¿Ottokhae? Gajimara, jebal no me gusta verte triste- se acercó y sacó un pañuelo.
       No puedo evitarlo, es muy importante para mí, fuiste la razón por la que decidí cantar y venir a corea. Nunca imaginé que esto me sucedería. Ahora mismo se me está cumpliendo uno de mis más deseados sueños. Jinjja gomawo. Gomawo por hacerme sentir  especial, gomawo por confiar en mí.- la cara de JoonChae fue cambiando, parecía como si él también fuese a llorar.Tener este colgante es…es... - comenzó a llorar más fuerte.
JoonChae comenzó a limpiarle, con mucha cautela, las lágrimas que caían desesperadamente por sus mejillas. Verla llorar, lo hizo sentirse inseguro y débil. No la vio como siempre, tan fuerte, sino más vulnerable. Sin darse cuenta se había acercado demasiado a ella, sus caras estaban apenas a unos centímetros. SooRi, se sentía un poco incómoda, además de nerviosa e inquieta. JoonChae, de repente, dejó de limpiarle y se quedó mirando sus ojos fijamente. Esos ojos los había visto antes, los conocía, pero de dónde. Sintió temblar su corazón, como si esa misma escena ya la hubiese vivido. ¿A qué le recordaba?
       SooRi...- se acercó más.- ¿Por qué tengo la impresión de que....
No terminó la oración, cuando una anciana, sin querer, se chocó con ella.
       Halmoni, ¿gwenchanha?- se giró rápidamente.
       Gwenchanha, gomawo. Disculpe señorita mi torpeza, una ya está mayor. Omo, ¿por qué llora en un día tan hermoso?
       Que dice, no es mayor, y lo de ser torpe, no depende de la edad, se lo digo por la experiencia.
       Doy fe de ello.-se unió JoonChae.
       ¿Usted no será el responsable de que esté llorando?-dijo acercándose a él.
       Dee, hajiman.- pareció secarse él una lágrima.
       No lloro de tristeza, sino de alegría.
       ¿Wae?
       Porque acabo de recibir el mejor regalo de navidad.- miró a JoonChae.
       Omo, entonces ¿qué es tu novio? ¿Sarang gobaek? ¿Aceptó sus sentimientos? - no los dejó contestar. Cogió las manos de ambos y las puso juntas.- Cuide bien de ella, quedan pocas jóvenes con unos ojos tan sinceros. - le asintió avergonzado.- Es un joven afortunado, hacen una hermosa pareja. Gomawo por la preocupación, Merry Chritsmas, disfruten de la noche.- tras decir eso se marchó.
       Que abuelita más encantadora.- dijo SooRi sonrojada.
       Dee.- dijo mirando sus ojos.- ¿Continuamos?- le asintió.
Sin darse cuenta continuaron caminando con sus manos entrelazadas. Ninguno de los dos pareció sentirse incómodo.
       Esto, JoonChae, no me molesta, pero...-miró sus manos.
       Oh mianhea.- apartó su mano y se la miró. Notó que le subía calor a las mejillas.
       ¡Hyun! ¡Hyun!-gritó KiBum mientras corría hacía ellos.
       ¿KiBum?- llegó en el momento clave, pensó.
       Annyong, acabo de despedirme de NeRa y os vi y me dirigí hacia aquí.
       ¿NeRa está mejor? -dijo SooRi.
       Dee.
       Bueno, entonces, os dejo y continúo yo. Seguro que KiJin también se fue ya a casa.
       ¿Estás segura?
       Dee, mi apartamento está ahi mismo, gracias por acompañarme hasta aquí y KiBum gracias por cuidar de NeRa.- asintió.
       Bueno entonces, ya nos veremos en la compañía, descansa.- dijo JoonChae mientras le acariciaba la cabeza.
       Hyun, ¿ese colgante no es...
No terminó de hablar. JoonChae le puso por encima su brazo y lo arrastró con él. Se despidió con un gesto y continuó caminando.
SooRi abrió la puerta de casa muy despacio para no molestar a NeRa. Fue directamente hacia a su habitación y se miró en su enorme espejo. Llevaba el maquillaje algo corrido, pero no le importó. Vio el colgante en el reflejo y recordó el momento en el que se lo había dado. Lo cogió y apretó fuertemente, podía sentir a JoonChae junto a ella. Se estremeció. SooRi convirtió aquel pequeño regalo en uno de sus tesoros más importantes que siempre llevaría consigo hasta el último aliento de su vida. Estaba realmente feliz esa noche.

Durante el trayecto se quedó pensando en lo que aquella anciana le había dicho. Aunque SooRi no fuese su novia, la cuidaría. El primer paso, fue ponerse la pulsera, que él mismo había hecho, que hacía juego con el collar que le había regalado. Así, él también llevaría algo de ella y siempre recordaría la promesa que le hizo a aquella anciana. Cuando llegó a casa, con KiBum rechistando, fue directo a su dormitorio. Se puso el pijama y durmió muy felizmente abrazando el dinosaurio y aspirando el aroma de SooRi. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario